El pasado 6 de abril, Víctor, trabajador desde hacía 17 años en la distribuidora farmacéutica BIDAFARMA, empresa con enormes beneficios económicos (incluyendo durante lo más duro de la pandemia), fue despedido de manera fulminante justo el día previo a la presentación de las listas a las elecciones sindicales, a sabiendas de su pública intención de volver a participar en estas como candidato.
Inmediatamente después de este hecho, se constituyó una asamblea de apoyo abierta con la que organizar la lucha para conseguir que se hiciese justicia y en apoyo al compañero despedido. Desde el primer momento la asamblea tuvo claro que había que sacar la lucha a la calle. Se organizaron pegadas de carteles y pegatinas, actos de apoyo en diversas ciudades, concentraciones en la calle, se movieron comunicados públicos las redes sociales, etc.
Ayer jueves 4 de noviembre tuvo lugar, después de seis meses, el juicio del compañero. Desde la asamblea se convocó una concentración en las puertas de los juzgados a las que asistió alrededor de un centenar de personas para mostrar su apoyo.
Gracias a todos estos meses de lucha y a la falta de argumentos, la empresa se vio reticente en todo momento a llegar al juicio, y se vio obligada en consecuencia a reconocer la IMPROCEDENCIA DEL DESPIDO y a tener que remunerar económicamente al compañero.
El caso de Víctor es solo un ejemplo más de que solo a través de la organización y la lucha las clases populares pueden avanzar y conquistar derechos.
Asamblea de Apoyo a Víctor
