
La trata de personas es un fenómeno transnacional que desde cualquier punto vista es impactante por la cantidad de dinero que maneja, el impacto negativo que produce en las mujeres y su aumento en todos los países. La trata de seres humanos es uno más de este tipo de violencias que afecta de forma desproporcionada a las mujeres y niñas de todo el mundo, no solo porque representan el mayor porcentaje de víctimas, sino por el severo nivel de violencia al que son sometidas.
En el mundo, más de 21 millones de personas son víctimas de la trata, según una reciente estimación de la Organización Internacional para las Migraciones, se calcula que 7 millones son menores, un negocio lucrativo que aporta anualmente a los traficantes 32.000 millones de euros.
Las víctimas de la trata son, en su mayoría, mujeres y niñas sometidas a explotación sexual, 75% del total, mientras que los trabajos forzados es el principal en hombres y niños (trabajos en el campo, construcción, turismo…). La trata es la actividad ilegal más lucrativa a escala internacional después del tráfico de armas y drogas. Solamente en el Estado Español, la trata con fines de explotación sexual mueve 5 millones de euros al día.
En la trata de personas, el consentimiento de la víctima con fines de explotación sexual es irrelevante, este se obtiene a través del engaño, la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción como el rapto, el fraude, el abuso de poder o una situación de vulnerabilidad.
Se calcula que en España ejercen la prostitución un número cercano a las 350.000 mujeres de las cuales el 85-90% son victimas de la trata de mujeres con fines de explotación sexual, mujeres y niñas extranjeras en situación de migración irregular provenientes de Brasil, Colombia, Nigeria, Rumania, Rusia y Ucrania. El Estado Español, es uno de los principales países de destino y tránsito de víctimas de trata en Europa, se encuentra entre los cinco países europeos de los que proceden mayor número de traficantes, se estima en más de 15 millones de varones el número de clientes potenciales de prostitución. Las víctimas de la trata no son solamente números. Son personas, mujeres y niñas.
Como dice Rosa Cobo Bedía: “la prostitución es una escuela de la desigualdad, ya que nuestros niños son educados sabiendo que en cualquier momento y por un módico precio podrán acceder al cuerpo de una mujer.
La prostitución constituye un problema social significativo y la igualdad entre mujeres y varones continuara siendo inalcanzable mientras los hombres compren, vendan y exploten a mujeres, niñas y niños prostituyéndoles. Por lo tanto, la prostitución debe ser reconocida como una forma de violencia y explotación explícita. Porque la prostitución no es una expresión de libertad sexual de las mujeres, sino que está directamente relacionada con la violencia, la marginación, las necesidades económicas y la cultura sexista y patriarcal. Porque es preciso denunciar los intereses de los grupos de presión organizado a quienes se les paga para promover la idea de que la prostitución es un trabajo digno que debe ser reconocido y regulado como tal.
Hoy, con más razón exigimos la aprobación de la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional –LOASP- (leyabolicionista.es) porque la prostitución no es un trabajo, es violencia patriarcal.
Mujeres Abolicionistas Libres de Valladolid – MALVA –