Intervención de Izquierda Castellana en el homenaje al ejercito comunero.

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Siempre añorando una junta o esperando un capitán, cantamos en el canto de esperanza, el himno de Castilla.
La Revolución Comunera no fue una mera revuelta, sino una auténtica Revolución –como señaló el propio Marx – y lo fue por tener objetivos y organización en todos los campos: la soberanía política, económica, cultural, militar de Castilla frente al proyecto imperialista y colonizador de Carlos V. Hubo Junta y hubo capitán, capitanes, ejército. Es por ello que hoy no solo realizamos el acto político en el monolito, sino también este acto al ejército comunero, el primer homenaje de esta época.
Lenin nos adveritía que las guerras, en toda sociedad de clases, “representan la continuación, el desarrollo y el recrudecimiento de la lucha de clases. Todas las grandes revoluciones lo confirman. En toda sociedad de clases la clase opresora está armada” – nos recordaba- “Nuestra consigna debe ser: armar al proletariado para vencer, expropiar y desarmar a la burguesía”

Castilla es un pueblo con una historia heroica de resistencia.
• La defensa de Numancia frente al Imperio Romano, siempre victoriosa hasta el sitio, pero no derrotada militarmente. Los numantinos prefirieron suicidarse en su mayoría antes de ser esclavas/os de los romanos.
• La Revolución comunera contó con unas importantes fuerzas armadas que obtuvieron significativas y reiteradas victorias; y a pesar de perder la batalla de Villalar, la Revolución comunera y la guerra comunera continuaron, especialmente en Toledo bajo dirección de María Pacheco.
• En 1808 sería el pueblo de Madrid quien tendría que levantarse en armas, contra otro imperio. El Imperio napoleónico fue derrotado por el pueblo organizado en guerrillas, y en esa guerra Castilla jugó un muy importante papel.

En la crónicas de esa época Marx escribió «Napoleón que, como todos sus contemporáneos, creía a España un cadáver, se llevó una sorpresa fatal al descubrir que, si el Estado español yacía muerto, la sociedad estaba llena de vida y rebosaba, en todas sus partes, de fuerza de resistencia…Debe subrayarse que este primer levantamiento surgió del pueblo, mientras las clases «bien» se habían sometido mansamente al yugo extranjero» .
Benito Pérez Galdós en los episodios nacionales recoge que muchos de quienes se levantaron tenían una faja morada, que “pareciera el ultimo jirón de la bandera de las comunidades”
Tenemos motivo más que de sobra para estar orgullosos/as de nuestro pueblo. Prueba de ello, es el ansia y todo lo que dedican a tratar de borrar nuestra memoria, arrebatarnos nuestra historia.

El movimiento liberal y anti-absolutista del siglo XIX, punta de lanza de ese levantamiento guerrillero, con Riego, Clara del Rey, Benita Pastrana, Manuela Malasaña, el Empecinado, tuvo como referencia a la Revolución Comunera, como después harían el Pacto Federal Castellano, la I y II República. Como intento -tal y como dijo Joseph Perez- de “reanudar el curso de la historia que se había truncado trágicamente el 23 de abril de abril»

Ese símbolo contra el absolutismo y de la guerra de independencia, a quien la juventud comunera ha rendido un homenaje hace unos días, quien celebraría aquí el primer Villalar, en 1821. Juan Martin Diez, El Empecinado. Castilla volvía a tener un capitán.

En el discurso del Empecinado en ese Villalar, dijo:

“¿Quién no se estremecería al contemplar la triste suerte de los que la merecían tan distinta? (…) muerte o libertad…la fama nunca muere, y la memoria de los héroes es un estímulo a los ciudadanos que desean conservar su libertad, el don más estimable de la Naturaleza. Trescientos años se cumplen, el día 23 de este mes, que la nación perdió su libertad en los campos de Villalar..”

• La semana pasada conmemorábamos el 90 aniversario de la II República.. tras ella sabemos bien lo que es la necesidad no solo de proyecto político, económico, cultural, de Junta, sino también de capitán. También recientemente ha habido un homenaje de coordi antifas castellanas a ese otro eslabón del hilo morado, que fue el batallón de los comuneros en guerra antifascista.
El Madrid del no pasaran, como Numancia, no fue nunca militarmente derrotada, sino sitiada hasta la extenuación.
De aquellos momentos estaba la disyuntiva hacer la revolución o ganar la guerra. Tenemos que ganar la guerra. Luego vendría reforma o ruptura, y por supuesto optamos por la ruptura. Debemos finalizar lo que la Revolución comunera inició hace 500 años

• No hemos dejado de tener referencias y experiencias hasta nuestros días y es fundamental ser conscientes de nuestra historia como pueblo y tomar ejemplo de ello. Después se presentará la fundación Doris Benegas. Doris, una gran capitana comunera. Aquí, yo también quiero recordar a Chato, un soldado comunero ejemplar.
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Es un orgullo que emociona estar aquí 500 años después, pero es ante todo un deber y una responsabilidad.
No estamos en una situación ordinaria, decíamos en 1 de los últimos editoriales. En estos momentos todo está abierto, y las cosas extraordinarias son posibles y son llevadas a cabo, estas si, no por gente extraordinaria, sino ordinaria, por el común, así que aquí estamos los y las comuneros.. Llevamos 5 siglos de batallas, en esta gran guerra entre la comunidad y el imperio, la tiranía; el común y la monarquía, la elite; el pueblo trabajador-la res publica -o el régimen.

Igual que hay pebeteros siempre encendidos en Madrid al levantamiento del 2 de mayo y en Soria por la heroica resistencia de Numancia, Demandamos al Ayuntamiento de Villalar y a la Diputación de Valladolid que instale un pebetero con fuego eterno, a modo de homenaje permanente al ejército comunero y en general a la Revolución Comunera.

En algunas partes de Castilla, los agricultores dicen que el 23 de abril es buen día para sembrar, porque lo que se planta el 23 de abril, agarra para siempre y está claro cómo agarraron en nuestro pueblo esos hechos históricos.

El almirante de Castilla escribió al emperador advirtiéndole de lo difícil que sería pacificar Castilla: “Su majestad ha de saber que esta maldita secta de libertad estaba muy imprimida en los corazones de esta gente, que han de pasar largos tiempos para que se olvide. Ha de saber Su Alteza que tan vivo tienen en el pensamiento a Juan de Padilla, como si lo viesen delante.”

“La sangre de los Padilla, Bravo y Maldonado que corren por vuestras venas y el ardimiento de que guardan memoria estos pueblos de las comunidades, garantizan el éxito de nuestras aspiraciones y deseos” asi termina el Pacto Federal Castellano, firmado en 1869 por representantes de las 17 provincias.

Nuestra misión es completar la Revolución Comunera. Y en ello andamos.
La gente no falla, se echará a las calles, porque es en ellas donde se ganan las batallas. No fallemos nosotras y nosotros.
«Cuando decían ¡Castilla! todos se esforzaban.» (Poema de Fernán González. S. XIII)
ES LA HORA DE CASTILLA!.
Que Castilla vuelva a levantarse! . ¡Con Junta y capitán!

¡VIVA EL EJÉRCITO COMUNERO!
¡Viva Castilla Comunera!

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