Villalar 2021

Comparte este artículo:

Villalar 2021

Hay aniversarios cuyo alcance no va más allá del simbolismo cronológico. Hay sin embargo ocasiones, y esta es una de ellas, en la que la conmemoración cronológica se enmarca en unas circunstancias históricas, coyunturales y estructurales que condicionan que aquello que se inició, en este caso hace 500 años -la Revolución comunera-, sea culminado en la actualidad. Esta es una cuestión de vida o muerte como pueblo: tener un bello y próspero futuro o simplemente desaparecer.

No vamos a analizar, porque se ha hecho en diversos editoriales y otro tipo de escritos, la importancia de la Revolución comunera y su continuidad a lo largo de la historia de nuestro pueblo hasta nuestros días. Sí queremos destacar la importancia cuantitativa y cualitativa de la investigación sobre la Revolución más importante de nuestra historia, tanto en sus aspectos generales como en sus facetas particulares. Esos análisis son expresión de la importancia de aquellos hechos en el pasado, en el presente y sin lugar a dudas para el futuro.

Y en eso queremos centrar nuestro editorial de hoy, en lo que actualmente acontece y en los ejes para la construcción de nuestro futuro. Hay unas cuantas cosas que están sucediendo y que nos parecen del mayor interés como síntomas, como expresión de movimientos más profundos, o como expresión “físicamente directa” de las contradicciones principales que afectan al mundo.

Vamos a empezar por el anuncio y caída, todo en menos de 48 horas, de la Superliga Europea de Fútbol, así como el origen de su estrepitoso fracaso en el sentido más profundo que podamos.

Es bien conocida la conexión de Florentino Pérez con el capitalismo totalmente corrupto, especulador y depredador madrileño, así como del carácter instrumental como facilitador entre “la política y la economía” del famoso palco presidencial del Bernabéu, en el que se han materializado numerosas operaciones especulativas de esa fracción del capitalismo.

El señor Florentino, con la cobertura del señor Agnelli y de la Juventus, intentó dar un fuerte impulso a ese modelo del capitalismo para el conjunto de Europa a través del fútbol, con colaboración y financiación de la banca americana (Nueva York) de JP Morgan y del Fondo de Inversión Key Capital, en la que está instalado “el amigo de Florentino”, Borja Prado, antiguo presidente de Endesa. Florentino estaba en la idea de que todo el monte es orégano, y de que el palco VIP del Real Madrid tiene influencia plena a nivel internacional. Ha demostrado una gran ignorancia e incapacidad de comprender la realidad. Eso sí, como es habitual entre esa bazofia social, han buscado -ellos sabrán cómo- la seguridad jurídica de su operación financiera a través del Juzgado de lo Mercantil n.º 19 de Madrid, cuyo titular es el señor Manuel Ruiz de Lara, que aprobó una serie de medidas cautelares solicitadas por Florentino ante las posibles reacciones de la UEFA, organismo que tiene su sede en Suiza; nada menos que un juzgado de lo Mercantil de Madrid pretendía tener jurisdicción sobre tal territorio. Una auténtica aberración jurídica. Nos imaginamos que el favor habrá estado muy bien pagado.

Obviamente el fútbol profesional viene arrastrando una profunda crisis, y la pandemia de Covid como en otros casos ha acabado de ponerlo todo patas arriba; esa crisis se ha generado en muy buena medida por la incorporación de políticas salvajemente neoliberales en el funcionamiento del fútbol. El señor Florentino, yendo de listillo y sobre la concepción de que todo es como su palco VIP y su Madrid ultraliberal, ideó el pelotazo. Poco le duró la ilusión, y tal como ocurrió en el cuento de la lechera el cántaro se rompió, quedando Florentino y sus escuderos en el más profundo ridículo. Aquí los medios lo disimularán al máximo, porque sigue siendo un hombre poderoso en la ciudad de la villa y corte, tal como hicieron durante años y años con Juan Carlos el Emérito; pero la realidad es la realidad.

Si esta cuestión tiene para nosotr@s un alto interés y una gran utilidad es porque va en paralelo a los planteamientos generales que el Bloque dominante español y la mayoría de su aparato mediático apuntan como alternativas para la salida de la crisis socioeconómica y sanitaria en la que estamos inmersos. Puras fantasías y huidas de la realidad. Hacen anuncio tras anuncio, que sistemáticamente incumplen, y cuyo incumplimiento intentan ocultar -cada día con menos éxito- con nuevos anuncios.

La situación en Madrid, en Castilla y en el conjunto del Estado español es auténticamente desastrosa, con unas gobernanzas en todas sus vertientes ineficientes y poniendo en primer lugar unos intereses cada vez más contrarios a los de la mayoría del pueblo.

Hay un problema esencial, un nudo gordiano que hay que deshacer para poner en marcha una línea de avance real. Nos referimos a la ausencia total de soberanía de cada uno de los pueblos del Estado español, empezando por Castilla, pero también del Estado español en su conjunto. Si no podemos ni tan siquiera organizar soberanamente un programa de vacunación, ¿cómo vamos a salir de una crisis como la actual manteniendo una brutal dependencia de una estructura como la UE, en franca descomposición, o con un sistema capitalista que de maduro se ha pasado a totalmente podrido?

El despido anunciado de 8.291 trabajadores/as de Caixabank, la primera entidad financiera española después de la fusión con Bankia, es un dramático ejemplo de lo que decimos. El Gobierno clama por una reestructuración más suave porque teme sus repercusiones sociales, y además, porque saben que similares medidas están preparándose en otras grandes empresas españolas que hasta ahora habían sido vendidas como de “máximo éxito”, tal como son los casos de Zara o El Corte Inglés, por citar un par de ellos.

El penoso debate de l@s candidat@s a la presidencia de la Comunidad de Madrid, en el que no se aportó ni una sola idea útil para salir de la actual situación, acaba de redondear el círculo vicioso en el que estamos inmersos.

Ante un Régimen político agotado y corrupto, con un sistema económico disociado de la realidad y abducido por los señuelos del decadente capitalismo europeo, solo nos queda una auténtica opción: finalizar lo que la Revolución comunera inició hace 500 años; es posible y absolutamente necesario.

– Frente al Régimen corrupto del 78, República popular y soberanía política
– Frente al neoliberalismo y la UE, independencia económica
– Frente a la ineficacia de las autonomías, organización territorial de base provincial
– Frente al patriarcado, feminismo comunero

Izquierda Castellana, a 22 de abril de 2021

Comparte este artículo: