
LUCHAMOS PARA VENCER
Nuestra lucha no tiene en la menor medida una finalidad de postureo y menos aún la de abrirnos un espacio en el pasteleo electoral. Todas nuestras actividades tienen una y exclusiva finalidad: construir las bases para que nuestra tierra, nuestra patria, tenga el futuro que se merece y que además le corresponde por razones históricas. Para ello un paso previo necesario es derrotar a este Régimen corrupto que además de reprimirnos nos idiotiza, nos subordina de forma inmunda a intereses ajenos, nos degrada social, cultural e intelectualmente y, por supuesto, nos precariza cada vez más en lo económico y social.
El día 30 de enero estaba prevista la realización de una manifestación en Madrid, apoyada por cerca de 100 colectivos políticos, sociales y sindicales, bajo el lema «Nos están matando». Esa manifestación fue prohibida en el último momento por la Delegación del Gobierno en Madrid, con un único objetivo: intentar invisibilizar que miles de personas se manifestaran en el centro de Madrid para expresar desde una posición de izquierdas su oposición a las políticas del Gobierno Autonómico y del Central; políticas que, en lo esencial, son similares.
La razón formal que adujeron para prohibir la manifestación fue la de la situación de la pandemia. Similares circunstancias pandémicas no les condujeron a prohibir la manifestación de los negacionistas el sábado 23 de enero. Al Gobierno de España le encanta la imagen de que solo salen a la calle a manifestarse sectores de la extrema derecha o negacionistas de la Covid-19.
La asamblea que organiza la movilización ha decidido poner una querella al Delegado del Gobierno en Madrid por prevaricación, querella que se sustanciará en los próximos días. Además, traslada la movilización al domingo 14 de febrero. Es destacable el hecho de que otros muchos colectivos se han ido adhiriendo a esta convocatoria en los últimos días. El 14 de febrero es la fecha en que, con el apoyo explícito del Gobierno de España y en contra de la opinión mayoritaria del Parlament, se celebrarán las elecciones autonómicas en Cataluña, Comunidad con una situación epidemiológica similar a la de Madrid.
500 AÑOS DE LEGADO COMUNERO
Estamos en el V Centenario de la Revolución Comunera que tuvo sus acontecimientos políticos/militares más significativos entre 1520 y 1522. La Revolución Comunera fue un proceso de principal importancia histórica, hasta tal punto que Marx la consideró la primera revolución moderna de Europa. Aunque en aquel momento fuera derrotada, su memoria sigue plenamente viva, habiendo sido -y siendo- referencia desde aquel entonces para casi todos los movimientos populares desarrollados en Castilla con posterioridad. En el siglo XIX fue un elemento inspirador en el movimiento democrático y republicano. Es curioso cómo una buena parte de los autores del romanticismo castellano, tal como fue el caso de Espronceda, fueron comuneros militantes; sin embargo, en ningún texto de formación curricular de nuestra juventud aparece tal cuestión. El robo de la memoria popular de Castilla alcanza niveles de auténtica paranoia, pero esto no es por casualidad: el bloque dominante español sabe desde hace mucho que para mantener su proyecto nacional chauvinista y de clase necesita impedir la reconstrucción de un proyecto nacional-popular castellano, de ahí su brutal beligerancia con todo lo que apunte en esa dirección. La Revolución Comunera hizo temblar los cimientos del Imperio y eso es algo que no olvidan.
Este V Centenario de la Revolución Comunera debería de ser un estímulo para un nuevo impulso revolucionario en nuestra tierra basado en el espíritu de aquel proceso de principios del siglo XVI, que tuvo un nuevo episodio muy importante en el siglo XIX, cuando se produjo la firma del Pacto Federal Castellano en junio de 1869 y la proclamación de la I República en 1873. La bandera tradicional republicana institucionalizada durante la II República incorpora una banda morada que simboliza el aporte de las luchas comuneras -y muy especialmente de la Revolución del siglo XVI- a la construcción de un proyecto progresista en nuestra tierra y en general en el Estado español.
Construir soberanía política, económica, científica, cultural, etc. es absolutamente vital para el futuro de nuestro Pueblo. Eso solo es posible a través de un proceso de ruptura con este Régimen y sus subordinaciones internacionales. Mientras juguemos un papel de colonia interior de la UE, cada vez más acentuado, es imposible construir un proyecto propio, útil para nuestras clases populares.
El actual Régimen monárquico, corrupto y represivo, cada día más dependiente de intereses ajenos, no solo nos explota y nos roba; también nos embrutece y nos deshumaniza. Ese proceso hay que pararlo antes de que sea irreversible.
Izquierda Castellana, a 4 de febrero de 2021