Barrios y pueblos trabajadores de Madrid: ¡Uníos!

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Barrios y pueblos trabajadores de Madrid:

¡Uníos!

Las medidas de disgregación y apartheid impuestas ayer por el gobierno de la Comunidad de Madrid contra nuestros barrios y pueblos obreros poco o nada tienen que ver con el control de la pandemia, como la mayoría sabe a estas alturas.

Se trata, ni más de menos, de un nuevo capítulo del plan de control social (represivo) para la «nueva normalidad», es decir, para el nuevo ciclo de crisis capitalista en el que veremos crecer aún más la desigualdad, el paro y los desahucios, además del recrudecimiento en los intentos por tratar de reducir a cenizas nuestros ya maltrechos servicios públicos y derechos civiles y laborales.

El problema no es que Isabel Díaz Ayuso y su séquito sean un atajo de incompetentes (que también) y no sepan cómo atajar la pandemia, es que no es su objetivo. Su papel es el de representantes-títeres del gran capital español, que en las últimas décadas ha hecho de Madrid su particular laboratorio neoliberal: ladrillazo, privatizaciones y segregación de clases y razasy que en los últimos meses ha dejado más patente que nunca su máxima prioridad: garantizar en todo momento que la «economía» siga generando beneficios por encima de la salud pública en cualquiera de sus ámbitos. Podemos ir a la casa de apuestas, pero no al parque. El banco puede desahuciar a tu vecina, pero tu centro de salud está colapsado. 600.000€ para que los munipas lleven táser, pero en el cole de tu hermano hacen falta el doble de profesores. Puedes salir del barrio hacinada en transporte público para servir cañas en un bar, pero no puedes salir a tomarlas. Para ellos no somos seres humanos, sino recursos humanos.

Es cada día más urgente y necesario expulsar del gobierno autonómico a esta legión de sociópatas ultraderechistas, está claro, pero, ¿Cuál es la alternativa? ¿Ángel Gabilondo el desaparecido? ¿La parte de la “izquierda” electoralista madrileña que se hizo el harakiri a un mes de las elecciones, en su pelea en el barro por llegar al poder? Recordemos que este tipo de “medidas” contra el covid-19, basadas en asegurar los grandes negocios, en mandar a la clase obrera al matadero por la mañana y encerrarla por la tarde (bajo amenaza de sanción económica y paliza de propina) las comenzaron a aplicar desde el Gobierno español en marzo de este año, con Marlaska el torturador a la cabeza. En esta ocasión el Ministro del Interior ya ha garantizado a Madrid el apoyo de Policía y Guardia Civil para proteger la salud y la seguridad de los madrileños.

No podemos seguir presas de la dialéctica que nos imponen desde los medios de comunicación, de elegir entre la mierda y la mierda de la mierda, mientras nos criminalizan por nuestra “relajación”, nuestra “forma de vida”, o por la presencia de población migrante en nuestros barrios. Ambos bloques, liderados por PSOE y PP, son las dos caras de la misma moneda: el Régimen del 78 con la monarquía corrupta a la cabeza.

La única alternativa real y posible somos nosotras mismas. Sólo los barrios organizados a través de asambleas y coordinadoras antifascistas y feministas, plataformas en defensa de la vivienda, colectivos juveniles, asambleas contra casas de apuestas, mareas en defensa de la sanidad y educación públicas, sindicatos y organizaciones políticas rupturistas, etc., con unidad de acción, podremos tumbar a este gobierno, ya que nos va la vida en ello. Pero, como decíamos anteriormente, no podemos seguir confiando en que la cara “amable” de nuestra desgracia vaya a ser una alternativa aceptable. No es cuestión de partidos, es una cuestión de Régimen y sistema. Tras expulsar al gobierno autonómico, la lucha debe continuar hasta tumbar a la monarquía y su régimen, para abrir el proceso constituyente que traiga la república popular, que ponga la vida por encima del dinero y dónde se acabe con la impunidad de quienes llevan décadas robándonos, encarcelándonos y matándonos.

Asamblea de Yesca Madrid.

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