Desde mediados de agosto el Infanta Leonor registra un aumento de pacientes hospitalizados por COVID-19, lo que ha motivado el despliegue de su Plan de Elasticidad Asistencial, según fuentes hospitalarias
«Si seguimos en este ritmo de camas y de enfermos de Covid el sistema se va a colapsar otra vez», explica una enfermera
«Ahora hay material de sobra pero no hay personal, muchos están de vacaciones y no ha contratado sustitutos», explica un trabajador del centro
«Estamos desbordadas, volvemos a tener una carga de trabajo tremendo. Hemos pasado de 15 pacientes COVID a 140 en tres semanas. Si seguimos así el sistema volverá a colapsarse». Hablan los trabajadores de Hospital Infanta Leonor que aseguran que la situación no es tan mala como fue en marzo pero no hay que bajar la guardia. «Hay ocho camas de UCI, la mitad están ocupadas pero están preparados para poner 13 más».
Algunos trabajadores de este Hospital han hablado con NIUS para contar como están viviendo esta segunda ola de contagios. Aseguran que en estos momentos el Infanta Leonores el hospital que peor está de Madrid porque la zona del Puente de Vallecas es el distrito de la capital más golpeado por la pandemia.
Este hospital quedó libre de COVID en mayo. Volvió a retomar la actividad quirúrgica en junio y en julio pero en agosto volvió el virus. El 13 de agosto se paró la actividad quirúrgica porque empezaron a crecer los contagios. «Ahora hay material de sobra pero lo que falta es personal. No se ha contratado gente y no se han sustituido las vacaciones del personal. Antes éramos ocho y ahora somo la mitad. Por eso nos han pedido un sobre esfuerzo personal aunque el nivel de agotamiento es máximo», asegura una enfermera.
«No pensé que volvería a pasar por lo mismo. Cuando me tuve que poner otra vez un Equipo de Protección Individual (EPI) casi me muero. Hemos pasado de nada a todo demasiado pronto».
«Yo vuelvo a casa y antes de ver a mis hijas, me desnudo y subo a ducharme, luego ya les doy un mini abrazo. Parezco una apestada. Hemos reducido mucho la gente con la quedamos. Y tenemos mucha precaución», cuenta una enfermera. «A día de hoy sigo sin abrazar a mis padres».
Le echan la culpa a no cumplir las normas. Aseguran que las medidas de seguridad están funcionando, pero hay que seguir e insistir. La distancia de seguridad, la mascarilla o el lavado de manos, son básicas para que no se extienda más. «No se nos puede olvidar cuando vamos con nuestros padres o amigos a comer hay que seguir cumpliendo las normas. Hay gente que viene enferma y les ves con una mascarilla quirúrgica que en vez de haberla usado cuatro horas parece que llevan cuatro días con ella. Es una pasada. Tenemos que cambiar la forma de pensar», explica otra enfermera.
La mayoría de los contagios, creen estos trabajadores, que han sido por no cumplir las normas. «Tenemos a muchas familias ingresadas. Llega el hijo de 30 años y a los cinco días su madre y luego el padre, los dos de 70. Ahí está el problema, si uno de ellos muere la carga de conciencia para la familia es tremenda».
«Fue muy emocionante cuando un chico de 27 años salió de la UCI y me reconoció, pero lloraba al recordar que la había liado, se contagió después de haber quedado con sus amigos y ahí nadie llevaba mascarilla», explica un trabajador del hospital.
El Infanta Leonor es un hospital pequeño que cuenta con 240 camas de las que más de la mitad, 140 a fecha de este viernes, están ocupadas por pacientes COVID. Es más, aseguran, que ya se están trasladando pacientes al otro complejo hospitalario de Vallecas, el Virgen de la Torre, para descongestionarlo.
«Mi sensación es que no hemos aprendido nada y lo peor es que parece que no estaban preparados para una segunda oleada tan rápido. Tengo sensación de descontrol otra vez. Si un médico lleva 14 pacientes y de esos, seis se ponen más malitos es que no dan a basto. Por eso ya están empezando a ‘tirar’ de médicos de otras especialidades otra vez. Muchos están de vacaciones, por suerte, de momento, las vacaciones las están respetando, saben que necesitamos desconectar. Esperaban la segunda ola para octubre no ahora», cuenta otra.
No se ha llegado a los momentos más duros del confinamiento donde primaba «la selección natural» Pero se quejan del sistema. «Si hay dos pacientes de 40 años y uno de 70 y solo hay dos camas entran los de 40 porque no hay sitio. Debería haber una base de datos de toda la Comunidad de Madrid, una red sanitaria común para trasladar a ese enfermo donde haya sitio. Me consta que esta siendo muy difícil gestionar ese traslado, parece que los médicos están pidiendo un favor», explican.
«Si seguimos a este ritmo de camas el sistema se va colapsar otra vez, pero no habrá tanta muerte. Yo necesito vacaciones, sino desconecto terminaré por salir a la calle y liarme a puñetazos con todos los que no llevan mascarilla. No puede ser que yo esté dando mi vida mientras tú haces lo que te da la gana«, concluye una de las enfermeras.
Desde el Hospital Infanta Leonor aseguran que es cierto que desde mediados de agosto el centro registra un aumento de pacientes hospitalizados por COVID-19, lo que ha motivado el despliegue de su Plan de Elasticidad Asistencial.
Pero no dan cifras exacta de cuanto pacientes hay ingresados por COVID 19. Según fuentes del hospital actualmente los pacientes COVID representan en torno al 40% de todas las personas ingresadas. Según los trabajadores este viernes había 140 contagiados. Desde el centro insisten en que, durante los últimos días la presión asistencial se mantiene estable, sin que se registre un aumento significativo de casos.
La organización está adoptando medidas organizativas y asistenciales, en función de las necesidades, para atender en las mejores condiciones tanto a los pacientes COVID-19 como al resto de usuarios, en función de las prioridades clínicas de todos ellos.
La actividad quirúrgica ordinaria se mantiene hasta la fecha, al igual que las consultas. Sólo se ha suspendido la actividad quirúrgica extraordinaria de tarde destinada a disminuir la lista de espera.