
Es tremendo comprobar cómo en momentos de crisis profundas hay gente que en vez de impulsar una línea de crítica política a los recortes de todo tipo que nos han traído a la actual situación, aprovecha la coyuntura, además con pretendidos argumentos técnicos, para incorporar conceptos ideológico-filosóficos totalmente fascistas. No sabemos quién es esa persona ni nos interesa. Pero lo que dice es repugnante y, siendo además médica -como parece ser- la repugnancia es aun mucho mayor.
Ese no es el camino, esas no son las soluciones.
No a los recortes, no al neoliberalismo en la política sanitaria.