
El pasado sábado 29 de febrero tuvo lugar en Perpinyà un acto convocado por el Consell de la República con la colaboración de la ANC y Òmnium, bajo el lema «La república en el centro del mundo», y al que asistió una delegación comunera de la Izquierda Castellana y de la Coordinadora 25S, organizaciones que impulsaron, junto a otras, la manifestación convocada por la ANC en Madrid el pasado 16 de marzo de 2018.
A pesar de los controles y las trabas en los puestos fronterizos por parte de la Policía Nacional española y la Gendarmería francesa, al mitin asistieron unas 150.000 personas según cifras de las organizaciones convocantes.
La jornada estuvo cargada de emotividad y simbolismo, al suponer la vuelta del President Puigdemont y l@s exconsellers Clara Ponsatí y Toni Comín a territorio catalán tras su exilio en Bélgica desde el otoño de 2017.
Los llamamientos a la unidad destacaron en todas las intervenciones. Así como a través de las cartas enviadas desde la prisión de Lledoners por parte de Jordi Turull, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez. Pero el acto puso en evidencia la agudización de las contradicciones en el seno del movimiento republicano catalán. Mientras que Oriol Junqueras (a través de un audio), emplazó a trabajar para que la mesa de negociación entre el gobierno del PSOE-UP y el gobierno catalán avanzara, en una intervención que despertó evidentes muestras de rechazo, Toni Comín hizo referencia a que el pueblo catalán ya había ejercido su derecho a la autodeterminación, y que había llegado la hora de la «confrontación democrática contra el estado español». Clara Ponsatí planteaba la necesidad de no dejarse engatusar «por futuras mesas y diálogos engañosos que sólo buscan ganar tiempo para Pedro Sánchez”, así como a preparar el próximo embate por la ruptura, desde las instituciones y desde la calles, y el President Carles Puigdemont hacía un llamamiento a la movilización permanente y a la preparación para «la lucha definitiva», poniendo en valor el referéndum de 2017, así como el papel del Consejo de la República, «que nació para prepararnos para ganar la libertad».
La voluntad y la determinación democrática de amplios sectores del pueblo catalán sigue viva, el movimiento republicano en Castilla avanza a paso firme, y a través de la lucha coordinada del conjunto de Pueblos trabajadores bajo jurisdicción del Estado español, venceremos.