Una coyuntura política no apta para postureos ni aficionados

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Una coyuntura política no apta para postureos ni aficionados

Vivimos en una coyuntura política compleja, tanto a nivel internacional como a nivel estatal, pero del mayor interés para los movimientos revolucionarios. La agudización de las contradicciones en casi todos los ámbitos es una de sus características principales y ello no va a revertirse. Podemos asistir a momentos de aparente parón, pero que no serán sino el preámbulo de nuevos acelerones, porque la tendencia de fondo ya del todo inevitable es la que antes referíamos: la de una generalizada agudización de las contradicciones.

Lo que llaman el “cambio climático” no es sino el estrés al que está sometido el medio natural debido a la sobreexplotación de sus recursos por el capitalismo a lo largo de siglos, y que se ha intensificado de forma trágica en las últimas décadas. Pero que no nos engañen, ese proceso solo se revertirá de verdad bajo un modelo de producción que tenga también como objetivo el respeto a la naturaleza, y eso no pasará nunca bajo el capitalismo, tampoco bajo el llamado “capitalismo verde”.

La agudización de las formas de dominación y explotación del sistema patriarcal van también asociadas al avance del más salvaje capitalismo neoliberal. Esto se expresa en muy diversos aspectos, pero uno de los más dramáticos es el que podríamos denominar como “proceso de masificación/industrialización” de la prostitución, íntimamente asociado en su “intendencia” a los grandes movimientos migratorios, especialmente de África y Latinoamérica, condicionado entre otras cosas por las intervenciones militares imperialistas en muy diversas maneras. La constante de la prostitución masiva como consecuencia de esas intervenciones está presente desde la intervención en Yugoslavia, Kosovo como ejemplo, pasando por Irak, Siria, Libia… y últimamente Venezuela. El deterioro de las condiciones de vida en Venezuela, cuestión en lo fundamental condicionada por el criminal bloqueo de la administración Trump hacia ese país hermano, está generando una importante migración económico-social hacia Colombia, en donde se encuentran mafias encargadas de organizar el proceso de incorporación de las mujeres venezolanas al negocio de la prostitución en condiciones de absoluta precariedad. Eso es lo que impulsa Guaidó mano a mano con Trump.

El movimiento feminista y el movimiento en defensa de la naturaleza son quizás los que tienen actualmente una repercusión global más profunda. Son además tal vez los que tienen una mayor potencialidad para cambiar el mundo a escala de cada país, pero también a escala global.

La política guerrerista de los EEUU y sus aliados va también en aumento y es bueno comprender que ello no depende en lo fundamental de una voluntad unipersonal, en este caso de Trump y cía -que por supuesto la encarnan muy bien-, sino que es el fruto de la evolución de las contradicciones de la propia sociedad yanqui.

Para algunos la victoria de Trump fue una gran sorpresa, para nosotr@s no, y así lo señalábamos en los editoriales del momento. Salvo que ocurran cosas poco previsibles, volverá a ganar las próximas elecciones. Cuestión diferente es lo que ocurra con su proyecto en la segunda presidencia.

La “guerra comercial” con China se enmarca en una guerra más amplia para evitar el avance de la influencia de ese país en el mundo; desde luego alcanzará también expresiones militares. La cuestión de Cachemira y la aplicación por parte de la India de su particular 155 a ese estado bajo administración pakistaní-hindú y una pequeña parte por China, no deja de ser un reflejo de las tensiones entre el capitalismo occidental, principal aliado actualmente de la India (un tiempo atrás esta fue una socia esencial de la URSS) y Pakistán, en estos momentos el más importante aliado de China en la zona, pero hasta hace no mucho firme aliada del capitalismo occidental. Una expresión más de que el mundo cambia aceleradamente.

La Unión Europea va hundiéndose lentamente, y el BREXIT será un duro golpe para su continuidad, que en cualquier caso no será con el actual estatus sino con uno bastante más rebajado, aunque nuestros “ilustres analistas” se nieguen a reconocerlo. El BREXIT favorecerá la celebración de un segundo referéndum por la independencia de Escocia, que la UE de una u otra forma apoyará, dado que ese referéndum será para que Escocia pueda abandonar el Reino Unido y reincorporarse a la UE. ¿Qué línea argumental utilizarán entonces los poderes del Estado español para rechazar una vez más el referéndum en Cataluña?

Fotografía: Agencia EFE

En el Estado español las cosas no van bien para el Régimen del 78. Es verdad que las fuerzas sociales y políticas que tendrían que estar impulsando de forma confluyente y coherente el cambio, para el que las condiciones objetivas están maduras, andan en una buena parte más bien a resolver sus problemas particulares y a repartir cuotas de poder con una visión completamente estrecha e irresponsable de la situación.

Hay que reconocer que dentro de este panorama de subasteo y de declaraciones políticas grandilocuentes, que a la gente cada vez le dicen menos, Pedro Sánchez y su equipo están demostrando una cierta habilidad y también una cierta comprensión de la gravedad de la situación por la que su Régimen atraviesa, por supuesto para resolverla favorablemente a sus intereses y al del bloque social al que representan.

Lo que está en juego no es un Gobierno de progreso, con o sin Podemos, lo que está en juego como decíamos en nuestro anterior editorial es un “Gobierno de Salvación del Régimen del 78” con cierta coherencia. Si las cosas no dan un giro poco previsible, y a pesar de las declaraciones del hijo de Juan Carlos y nieto político de Franco, habrá repetición de elecciones en noviembre. El PSOE no ha dejado de hacer campaña. Es patético comprobar como otros agentes que hasta no hace mucho se encontraban como pez en el agua ahora están totalmente opacados, porque en estos momentos la acción política no se hace fundamentalmente a través de las redes sociales ni platós de televisión, aunque estos sigan teniendo su importancia. Ahora y en el futuro cada vez en mayor medida, la acción socio-política estará condicionada desde luego por la apreciación correcta de la situación y de las alternativas adecuadas para avanzar en la solución de los problemas, pero muy especialmente de poseer fuerza social, capacidad militante para poder ponerla en práctica. La calle será cada vez más importante. La organización del movimiento popular es pues una tarea prioritaria y el único camino.

Si finalmente hay una nueva convocatoria de elecciones para noviembre, cuyo objetivo será el de poder constituir ese “Gobierno de Salvación del Régimen” en las mejores condiciones, desde el movimiento progresista en Castilla tendremos que reflexionar muy seriamente sobre la posición ante ellas. Una cosa es clara: no podemos darle ni un gramo de legitimidad a esa estrategia.

Izquierda Castellana, 9 de agosto de 2019

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