Un libro pone «ojos a la historia» de un centenar de cántabros recluidos en campos de extermino nazis

Campo de concentración de Mauthausen Foto: IU Castilla-La Mancha
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Un centenar de cántabros fueron enviados a campos de concentración nazis acusados de ser ‘rotspanier’ (rojos españoles) a partir de 1940. Ahora, el historiador José Manuel Puente cuenta sus vidas en su nuevo libro, ‘Cántabros en los campos de exterminio nazis’, que presenta este jueves, a partir de las 19.30 horas, en La Vorágine.

Para conocer cómo un centenar de cántabros acabaron detenidos en el campo de concentración de Mauthausen -«uno de los peores», señala Puente a eldiario.es-, el escritor ha recogido testimonios de algunos de los familiares de estas personas y el relato indirecto de Ramiro Santisteban y Lázaro Nates, los únicos que siguen vivos y que han dado entrevistas e incluso escrito biografías. Pero, sobre todo, se ha servido de los archivos franceses, austriacos y alemanes para construir la historia.

Un total de 9.328 españoles, según los documentos, estuvieron internados en campos de concentración. Fueron enviados en dos etapas entre 1940 y 1945, y su condición siempre fue de «presos políticos». Aportar más documentación y detalles, intentar reconstruir la vida personal y qué les había ocurrido «consigue que haya más conocimiento y, además, se genere una empatía», apunta el historiador, que considera que, contando historias personales, «le pones ojos a la historia».

«Alemania juzgó a muchos nazis después de la guerra, hay un reconocimiento de lo que ocurrió durante el régimen y ese reconocimiento ha llevado a que se eliminen todos los rasgos y símbolos», detalla Puente sobre la memoria histórica en el país germano. «No vas a encontrar ningún tipo de conmemoración hacia el régimen o Hitler ni nada de eso», concluye.

En España, cuenta, «hay una ley de Memoria Histórica que procura la eliminación de los símbolos e imagino que, dentro de eso, se encuadra la modificación del Valle de los Caídos», pero reconoce no saber qué se va a hacer a parte de la exhumación, «y creo que tampoco lo sabe el Gobierno», sentencia.

Hace 80 años, medio millón de españoles emigraron a Francia tras la guerra. «No deja de haber un cierto paralelismo con la crisis de refugiados», sostiene Puente. «Fueron internados en campos en las playas, las condiciones eran malas y las autoridades francesas hicieron más o menos lo que pudieron», reflexiona.

Hoy en día, «pasa exactamente lo mismo, tenemos más medios, pero los refugiados se encuentran con los mismos problemas: rechazo, gobiernos que no se ponen de acuerdo, campos improvisados…», lamenta este experto sobre la situación que viven miles de personas condenadas a morir en aguas del Mediterráneo.

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