
El hartazgo de los habitantes del mundo rural quedó ayer más que demostrado en una multitudinaria concentración, celebrada en La Bañeza, para exigir que cesen los recortes en la sanidad rural, que se blinden los consultorios, que se mantengan los médicos y reclamar la dimisión del consejero Antonio María Sáez Aguado para que «no se sigan matando los pueblos».
La concentración, convocada por el sindicato médico Simecal y por los propios facultativos, cosechó una importante respuesta en la que alrededor de mil personas secundaron la convocatoria y mostraron su malestar ante las puertas del centro de salud y la travesía de la Nacional VI en una manifestación espontánea para visibilizar la «pésima gestión de la Junta».
Sin querer vincularse con partidos políticos, los manifestantes portaron una enorme pancarta con una claro mensaje: «En defensa de la sanidad rural y de nuestros médicos». Bajo ese lema, otras consignas como «consejero, dimisión ya» o «para repoblar, sanidad rural», acompañaron la concentración a la que acudieron vecinos, alcaldes de los pueblos de la comarca y la provincia, médicos, personal sanitario, plataformas y muchas personas cansadas de la situación que se vive en el mundo rural «sobre el que ha caído la inmensa mayoría de los recortes», como aseguró el vicepresidente de Simecal, Antonio Rascón, quien alertó de que «existe un problema grave en toda la atención sanitaria y muy especialmente en la atención primaria», por eso, exigió que se respeten «los derechos de todos los ciudadanos», independientemente de donde vivan, y comprometió el apoyo del sindicato para «seguir luchando y que la población rural tenga las mismas prestaciones».
Rascón, que apuntó que no quieren verse involucrados en ninguna pelea política, sí incidió en la importancia de que los médicos interinos tengan una estabilidad porque «los facultativos quieren trabajar en los pueblos y que se les estabilice las plazas de funcionarios». En este sentido, aseguró que, «desde hace unos años existe un déficit de infraestructuras», una realidad acuciante en el medio rural, donde «necesitamos la presencia de los facultativos», dijo.
Unas afirmaciones ratificadas por Fernando Álvarez- Franco Cañas, médico portavoz de los funcionarios interinos de León, que recordó que «hoy nos hemos unidos pacientes y médicos para reclamar a la Junta que actúe de forma urgente sobre el gran deterioro que está sufriendo la sanidad rural» y criticó que «la administración está totalmente aislada de este problema sanitario en los pueblos» y «está demostrando que no le importa».
En el manifiesto, y en nombre de todo el colectivo médico, exigió a las Cortes que «haya un pacto de consenso» para tomarse en serio «este grave problema» y dar mejor cobertura para que «no se produzca el desplome de la sanidad». Igualmente, alertó de que la estabilidad laboral de los médicos «es fundamental» para que los pacientes tengan una tranquilidad.
Álvarez-Franco criticó que los grandes sindicatos «están totalmente aislados de la realidad y funcionan por sus propios intereses» y por último exigió al consejero de Sanidad que «se ponga las pilas» y «haga una reforma de la sanidad en defensa de los pueblos», pueblos que ayer hablaron claro y dijeron «¡basta, basta ya!» más alto que nunca.
Los manifestantes se llevan el ingenio a la convocatoria. RAMIRO