
Uno de los datos que mejor refleja esta descompensación es el referente a la evolución de lo salarios. Pese a que la Comisión Europea prevé que avancen un 1,1% este año y un 1,6% en 2019, al ajustarlos a la inflación la cosa cambia y mucho. Así, el pronóstico de Bruselas es que este año el salario real retroceda un 0,4% tras caer un 1,6% en 2017. El próximo ejercicio se recuperarán ligeramente, un 0,2%, por primera vez desde 2015, año en el que avanzaron un 1,7% tras caer un 0,1% en 2014.
España se quedará muy por debajo de la media europea, que se sitúa en el 1,2% este año y en el 0,7% en 2019. Además, será el único socio de la UE donde los trabajadores pierdan poder adquisitivo este año.
Una de las explicaciones que los organismos internacionales dan a la moderación salarial en España en los últimos años es que el empleo que se está creando tras la crisis pertenece a sectores con poca productividad y que los nuevos contratos incluyen peores salarios. En este sentido, la Comisión Europea estima que la productividad no mejorará en los próximos ejercicios, apenas un 0,2% este año y un 0,1% el que viene, muy por debajo del 1,2% de media europea para los dos años.
Asimismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido en varios de sus informes sobre España ante la baja productividad y los bajos salarios haciendo notar que casi la mitad de los nuevos empleos en nuestros país son temporales.