Un servicio de radiodiagnóstico “en cuadro”, con tres y cuatro profesionales menos de los necesarios a lo largo de 2016, ha provocado unas listas de espera de meses en el Hospital de Segovia. Retraso que supone largas esperas para la valoración del tratamiento indicado para pacientes oncológicos y afecta a las pruebas de ecografías, tacs y resonancias, así como a las peticiones de los médicos de atención primaria. “Los paganos son los pacientes”, claman los profesionales.
El origen de este déficit, a decir de los sanitarios, es que no hay radiólogos en España, hay pocos especialistas formados y ha habido una mala previsión a nivel estatal y regional. En un contexto de política de recortes, no se ha prorrogado a profesionales. Ha habido mucha eventualidad. No había plazas fijas. “Si se ofrecieran mejores condiciones económicas o algún tipo de incentivo, como puntuación, vendrían”, aseguran.
Sea como fuere, la mala gestión en rayos por parte de la Consejería de la Junta de Castilla y León está afectando y mucho a los pacientes: “Ecografías de atención primaria se están dejando para junio y julio. Las resonancias se han retrasado muchísimo. Este otoño-invierno se estaban anulando muchísimas consultas”, alertan los sanitarios.
El problema había alcanzado una dimensión tal, que a finales de noviembre, la Consejería de Antonio María Sáez Aguado no ha tenido más remedio que empezar a aplicar un plan de choque para que los radiólogos hicieran más estudios. En opinión de los especialistas, “se ha reaccionado tarde”. La Consejería ha sido muy lenta en escuchar a los profesionales sobrecargados, que llevaban un año muy duro pidiendo una solución al problema. “Recuperar el nivel perdido nos va a costar meses”, advierten.
Al menos, se alegran de que les hayan hecho caso en que el servicio no se sacara a la medicina privada “porque en la privada, la calidad no es mejor”, aseveran. Para este año 2017 que comienza, los profesionales desean que, dado que hasta el propio consejero ha reconocido el problema, “que la plantilla se complemente cuanto antes y se vayan cubriendo las plazas”.
A este problema de déficit de especialistas hay que añadir un equipamiento muy antiguo, sin mencionar la penosa situación que sufren los pacientes oncológicos que se ven obligados a aguantar rutas de más de diez horas para recibir tratamiento de radioterapia, al estar privada la provincia de Segovia de un acelerador lineal.