El legado de Castro y la envidia de muchas naciones: los servicios sociales cubanos

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A pesar de la falta de suministros y de financiación, la alfabetización en Cuba es del 100% y su esperanza de vida es parecida a la de las naciones occidentales

Las estadísticas tienden a enmascarar las carencias a las que hoy día hacen frente los cubanos. Carencias en vivienda, comida y transporte. Tampoco muestran los altos costes de elementos básicos como libros, jabón o ropa.

Aunque quizá de lo que más alardean es del servicio de salud cubano. La reputación de excelencia médica que tiene la isla –una ventaja de la que disfrutaron durante mucho tiempo los gobiernos aliados y los países afectados por un desastre natural o una emergencia médica– recientemente ha sido impulsada por el despliegue de personal médico cubano hacia zonas del oeste de África durante la crisis del ébola.

Cuba luchó contra el ébola

En octubre del año 2014, 15.000 voluntarios de servicios médicos se ofrecieron a trabajar en labores de socorro.  Más de 450 doctores y enfermeras especialmente entrenados en Cuba llegaron a Liberia, Guinea y Sierra Leona para combatir la enfermedad. Este grupo se convirtió la mayor fuerza médica nacional.

Uno de los doctores contó en Reuters que tanto él como sus colegas sentían que tenían una responsabilidad de ayudar. «Sabemos lo que puede pasar. Sabemos que nos adentramos en un entorno muy complicado. Pero es nuestro deber. Así es cómo hemos sido educados».

Durante mucho tiempo, la elevada proporción de médicos para pacientes en el país y una sanidad con un enfoque proactivo y centrada en la comunidad ha sido envidiada por muchos países occidentales. Entre ellos destaca Reino Unido, que  envió a 100 médicos de familia y a una delegación del Ministerio de Salud en el año 2000 para descubrir cómo se las arreglaba para prestar atención sanitaria con un presupuesto mucho más pequeño.

A pesar de la grave escasez de alimentos y medicamentos, el país ha conseguido mantener una población de 11 millones de personas sanas hasta los años de la vejez. La esperanza de vida para las mujeres en Cuba es de 81 años y de 77 para los hombres. En Reino Unido, es de 83 y 79 respectivamente. Y, mientras que el primero gasta 2.327 euros per cápita en salud, el segundo gasta 3.138.

Para algunos, el éxito del sistema sanitario cubano se debe tanto a su política y pragmatismo como a la igualdad y magnanimidad gubernamental. «La salud y la educación son los pilares de la legitimidad de la revolución, el gobierno tiene que trabajar por ambas cosas. Si no lo hace, perdería toda su autoridad moral», aseguró un importante diplomático occidental en the Guardian en el año 2007.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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