Hoy los y las militantes del partido comunista, como todos y todas las revolucionarias del Estado, hemos recibido sobrecogidas la dolorosa noticia del fallecimiento de Doris Benegas, incansable luchadora y ejemplar dirigente de Izquierda Castellana.
La izquierda transformadora de nuestro pueblo y del resto del Estado ha perdido a una referente que con sus 64 años nos deja una trayectoria llena de coherencia, compromiso, honradez y rebeldía, con multitud de luchas a sus espaldas y un legado que alumbrará otras muchas más. Y sin embargo sentimos que las imprescindibles se nos van demasiado pronto, porque Doris siempre imprimía dignidad y carácter en cada espacio donde la clase trabajadora se organizaba para defender sus derechos.
Desde el Partido Comunista de España queremos mostrar nuestro mas profundo respeto, reconocimiento y apoyo a la familia de Doris y a sus camaradas de Izquierda Castellana, a los que con cariño queremos hacer llegar un fraternal y revolucionario abrazo en estos momentos difíciles.
La figura de Doris siempre será recordada, su lucha por los derechos laborales de la clase trabajadora desde que con su caracteristica firmeza allá en los 70 se convirtiese en referente de la huelga de FASA en Valladolid hasta hoy; Su inquebrantable compromiso con los principios del internacionalismo como elemento imprescindible vía al socialismo, siendo habitual participante de los foros de Sao Paulo; La difícil pero necesaria defensa de los derechos de la mujer, ámbito en el que desarrollo una labor encomiable; Una participación activa y destacada en el movimiento vecinal, que la llevo a plantarle cara a la lacra del narcotráfico en el vallisoletano barrio de pajarillos pese a enfrentarse a las mafias de la droga; Y una defensa de la identidad castellana y de los pueblos del Estado incluso en los momentos mas complejos y difíciles.
Ella decidió desde joven posicionarse, luchando por una sociedad mas justa, construyendo socialismo a base de esfuerzo, sacrificio y ejemplo. Sin miedo y sin complejos, con una fuerza que desbordaba a quienes la escuchaban y a las que a su lado trabajaban. Una mujer incansable, llena de coraje y de la alegría propia de quien honradamente vive como piensa, siempre del lado del oprimido, siempre de frente al opresor.
Hoy la recordamos con tristeza y nostalgia, pero también con cariño y esperanza, porque legados como el suyo nunca se pierden, porque su recuerdo es una motivación más para seguir luchando.
Siempre estarás presente en cada corazón rebelde, en cada puño levantado, en las calles donde la clase trabajadora conquista un futuro socialista y donde siempre estuviste y muy especialmente en esa campa de Villalar donde gracias entre otros y otras a tu compromiso cada año los y las comuneras compartimos orgullosas nuestro carácter de clase trabajadora.
Ante todo Gracias compañera por tu legado, te decimos hasta siempre, pero sabiendo que nunca nos abandonarás.