Stop Desahucios Móstoles denuncia acoso de la Policía Nacional

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El pasado 27 de junio, personas pertenecientes a la plataforma Stop Desahucios Móstoles se reunieron para mostrar apoyo a Paul y Lily, vecinos afectados por los abusos de Bankia y en riesgo de perder su vivienda.

La pareja estuvo negociando con la entidad bancaria, que se negó a ofrecer una solución. Mientras la negociación tenía lugar, un pequeño grupo de apoyo se concentró en el exterior de la sucursal en la calle Baleares, visibilizando la problemática de los desahucios en Móstoles con cánticos y mensajes de apoyo con la pareja afectada.

Según han relatado las personas presentes a este periódico la concentración tuvo lugar de forma pacífica y sin incidente alguno, despertando el interés de algunas personas que se pararon a observar e informarse sobre lo que allí sucedía. Al finalizar el encuentro con el director de la sucursal, Lili, la vecina afectada, explicó a las personas concentradas el resultado, tras lo cual los asistentes desconvocaron el acto y se dispusieron a irse. En este momento, llegaron cuatro coches-patrulla, un coche de policía camuflado y una furgoneta de la Policía Nacional.

Se apearon a gran velocidad y un agente que se identificó como comisario se dirigió en tono autoritario exigiendo a las personas que se estaban marchando en ese momento que se detuvieran. Inmediatamente fueron rodeadas. El comisario espetó que “de allí no se iba nadie” y ordenó a los numerosos agentes que tomasen los documentos de identidad a  las personas retenidas, incluyendo el de un joven en bicicleta que nada tenía que ver con la concentración frente a Bankia.

Tras este despliegue, aseguran que se recibieron amenazas de sanción por parte de los agentes.

Algunas personas intentamos explicar que el acto estaba desconvocado —prosiguen nuestras fuentes— y preguntaron cuál era el motivo de la toma de filiación, a lo que el comisario respondió que se nos responsabilizaba de “concentración ilegal”, pese a ser menos de veinte personas. Con gran prepotencia, el jefe del desmesurado dispositivo les ordenó que se callasen “si no querían ir detenidos”, amenaza que se repitió en varias ocasiones, especialmente contra la madre de una de las personas afectadas que no llevaba consigo su identificación. Pese a la actitud tranquila de las personas participantes en la acción, la policía se mostró intimidatoria en todo momento, buscando la constante provocación, diciéndole a algunas personas que las reconocían «de otras veces» y realizando peticiones irregulares, como que les proporcionasen sus números personales de teléfono, en una clara extralimitación de sus funciones. Las personas retenidas se negaron a dar sus números de teléfono y se limitaron a entregar tranquilamente sus documentos de identidad. Finalmente, los agentes se retiraron.

También han hecho notar a este medio que durante los pasados periodos electorales el cuerpo de Policía Nacional ha mantenido una política de mediación con Stop Desahucios, y aseguran que parecen haber vuelto los tiempos en que esta es oscurecida por la represión y la provocación como fórmula para desgastar a los movimientos sociales.

 

Foto: Acción de Stop Desahucios Móstoles el pasado lunes

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