Esto es lo que ha comunicado Nahuel a su madre el martes de esta semana:
Llevo 232 días en prisión preventiva, en régimen FIES y aislamiento. En estos siete meses he estado en cuatro centros penitenciarios, tres en Madrid y ahora en Sevilla, a más de quinientos kilómetros de mi familia, amigxs, compañerxs y de mi abogado. En varias ocasiones se ha desestimado mi puesta en libertad bajo fianza, aludiendo a razones como riesgo de fuga o falta de empleo. En estos momentos la única explicación que encuentro para que no se me conceda la libertad provisional, se me traslade y aleje constantemente y se aplique con desidia y de forma discontinua el derecho reconocido judicialmente a la dieta vegana es el racismo debido a mi origen peruano.
Agotada la vía institucional para ejercer mis derechos, he decidido iniciar una huelga de hambre indefinida.
Agotada la vía institucional para ejercer mis derechos, he decidido iniciar una huelga de hambre indefinida.
VAE VICTIS