Por tres veces se ha intentado negociar con Bankia, entidad propietaria del piso del Paseo de Arroyomolinos 15, en Móstoles, en el que viven Laura, Aroa y sus tres hijos menores (de ocho, siete y tres años), en Móstoles, para que estipulase un alquiler social, pero ese banco se ha negado. Lo único que les vale es el desahucio, sin importarle en absoluto que haya niños que puedan quedarse sin un techo bajo el que cobijarse. Hoy, martes 25 de noviembre de 2014, se ha intentado todo para que no prosiga la ejecución del desahucio, previsto para la mañana del jueves 27 de este mes. Ha sido imposible. Imposible porque Bankia no ha querido ni paralizar el lanzamiento, ni recoger la documentación ni tan siquiera abrir la puerta de la sucursal durante toda la mañana.

Recordemos que Bankia no opuso reparos para acogerse a un rescate financiero pagado por todos los ciudadanos —ya no vamos a entrar en el asunto de las tarjetas black o las multimillonarias retribuciones a sus consejeros—, pero no está dispuesta a devolver a la ciudadanía siquiera una fracción ínfima de lo que ha recibido previamente.

Laura, Aroa y sus pequeños no pueden estar en la calle. Se les debe un derecho superior incluso al que recoge la Constitución: aquellos que todo ser humano merece. El jueves 27, a buen seguro, muchos vecinos y vecinas se presentarán a las ocho de la mañana en el Paseo de Arroyomolinos No. 15 para apoyar a la familia y tratar de frenar el desahucio.

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Fotos y Video: Alberto Astudillo