El alcalde cuestiona los 3.200 € gastados en la carrera contra el cáncer y calla lo que costó la pingüinada del día antes

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Marcha contra el cáncer celebrada el domingo en Valladolid. Foto: AECC

Marcha contra el cáncer celebrada el domingo en Valladolid. Foto: AECC

IU responde que ese dinero para pagar horas extras está mejor gastado que los 28.800 anuales para mantener los caballos de la Policía

La mezquindad del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, parece no tener límite. Esta mañana ha cuestionado los 3.200 euros que ha costado en horas extras policiales al Ayuntamiento la Carrera contra el Cáncer que se celebró ayer en Valladolid y que consiguió recaudar más de 65.000 euros, mientras ha guardado silencio sobre la ‘pingüinada’ que él mismo propició el día antes para reclamar el mantenimiento ilegal de una concentración motera en una parte de un pinar protegido.

León de la Riva que ha llegado a plantear el posible establecimiento de una “factura en sombra” para este tipo de eventos solidarios, ha realizado estas declaraciones durante la presentación de otra carrera solidaria, en este caso, la IV Carrera popular nocturna «Ríos de luz” por la solidaridad, que tendrá lugar el próximo sábado día 15 de noviembre a las 18:30 horas, que sirve para conmemorar la concesión a Valladolid y su ruta el Premio City.People.Light 2011, hace tres años, en Göteborg, en el certamen anual organizado por la Asociación Comunitaria Internacional de Alumbrado Urbano, en colaboración con PHILIPS.

De nuevo el alcalde de Valladolid hace gala de su incontinencia verbal y de una proverbial capacidad para sembrar la polémica donde no la hay, ya que estas declaraciones se producen tan sólo un día después de su cuestionada participación en la manifestación a favor de que la concentración motera Pingüinos que él mismo ha suspendido por temor a la acción de la Justicia se lleve a cabo en una zona protegida legalmente.

Las reacciones a esta nueva machada extemporánea del alcalde no se han hecho esperar. El Grupo Municipal de IU, en una nota de prensa, ha hecho constar que contrasta esa actitud cicatera del alcalde con la generosidad que se emplea en otras actividades, mucho menos rentables socialmente o directamente innecesarias o despilfarradoras. “No hay necesidad de salir de la Policía Municipal para encontrar ejemplos. Y ahí está el caso de los 28.800 euros anuales que se destinan a la Unidad de Caballería, por ejemplo, destinados solo a la manutención y alojamiento de los caballos y yeguas; sin contar el gasto que corresponde al transporte diario de los equinos, las horas de los agentes (que dejan de trabajar en otros servicios) y otros gastos vinculados a esta unidad policial”.

El presidente del Grupo Municipal Socialista, Óscar Puente, que ha calificado de “disparate” las nuevas declaraciones del alcalde se ha preguntado públicamente en las redes sociales: “¿Después del bochorno del ascensor creías que no iba a volver a suceder? Ha sucedido”.

A estas alturas de una película que dura ya 20 años parece mentira que este alcalde, imputado por desobediente y pendiente de una posible imputación en el mayor caso de corrupción urbanística de la ciudad (Caso PGOU), pueda sorprender, pero todo los días se empeña en demostrar que el más difícil todavía no existe para él y su particular concepción de la gestión municipal.

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