El alcalde se esconde en el pregón de las fiestas de Valladolid

El alcalde León de la Riva, con sus declaraciones machistas, ha conseguido que la tensión vuelva al inicio de las fiestas de Valladolid, tras varios años sin protestas, detenidos ni lanzamiento de huevos al Ayuntamiento durante el pregón.

En esta ocasión no era la disconformidad con el pregonero elegido por el alcalde -La Carraca excelente grupo dedicado a divulgar canciones infantiles-,  sino el propio alcalde el motivo de la discordia. Primero fue la Asamblea de Mujeres de Valladolid la que llamó a acudir hoy a la Plaza Mayor y expresar la «repulsa y vergüenza ante el máximo regidor» que, dicen, «no representa a la ciudad». Después ha sido la Federación de Asociaciones Vecinales Antonio Machado la que se ha sumado al boicot al alcalde, declinando la invitación a acompañar a León de la Riva en el balcón del Ayuntamiento, pero sí llamando a sumarse a la movilización en la Plaza Mayor.

Las mujeres se han hecho visibles con sus camisetas moradas y un gran sujetador, confeccionado como símbolo, de la repulsa. Sus gritos de ‘dimisión, dimisión’, a los que se han sumado una buena parte de los presentes ante el Ayuntamiento, no han podido ser silenciados por la potente megafonía instalada y han llegado hasta la balconada de las autoridades, a pesar de las medidas de seguridad desplegadas por el Consistorio, que ha vallado parte de la fachada del edificio para, con la disculpa de la seguridad por la traca final, impedir de paso acercarse a la que dicen debe ser la Casa de Todos.

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Desde una hora antes del inicio, señalado para las 20.30 horas, grupos de mujeres ya ocupaban posiciones frente al Ayuntamiento. Carteles y pegatinas de todo tipo, con la cara del alcalde, y calificativos de: fascista, machista, homófobo y… una sin ninguna leyenda. El rostro de León de la Riva con un bozal , firmada por Guerra y publicada por ultimocero.

En el escenario principal de la Plaza Mayor, el ‘animador’ contratado habitualmente por el PP para este tipo de ocasiones, Hoy su única misión era la de acallar la protesta, con un atentatorio volumen para cualquier persona normal. Claro que el que estaba arriba -y el que le contrató- tendría tapones. El sujeto, además de los cascos, tenía un polo con la bandera española, para estar más guapo para la ocasión.

Aún así, cada vez que iba a hablar, arreciaban los gritos contra el alcalde, que ha sido visto y no visto. Cuando el reloj del Ayuntamiento daba la hora de comienzo, ha sido Mercedes Cantalapiedra, concejala de Cultura, Turismo y Comercio la encargada de presentar a los pregoneros: La Carraca, «un grupo no afín al PP», según  León de la Riva al ser preguntado por su opinión sobre el grupo una vez que habían finalizado su alocución.

Tras el pregón -inaudible en la Plaza-, el alcalde, huyó a refugiarse en el interior del salón de recepciones, donde le aguardaban  los canapés, servidos por el de siempre (Paco el de la Crio..). Léon de la Riva había permanecido siempre en un segundo plano, salvo unos instantes en que volaron un par de huevos y desapareció de la vista de los ciudadanos y ciudadanas.

La espantá del alcalde fue coreada desde la Plaza con gritos de ‘cobarde, cobarde’.

La Carraca, contra la que no iba la protesta, según las mujeres y los vecinos, han dado su pregón y, a duras penas, han conseguido su objetivo marcado de hacer cantar al final a toda la Plaza el estribillo de «güi, güi, güi», de ‘La chata Berengüela» (Merengüela o Beringüela), según las variantes populares a la hora de refeirse a la hija del rey Alfonso VIII.

Pero parte del personal presente no estaba para canciones, aunque ha habido quien iba preparado al pregón y llevaba una versión hasta hoy no popular, y por tanto no recogida por Joaquín Díaz, que empieza: «El facha del alcalde, güi, güi, güi/ como es machista trico trico tri/ como es machista,Léon, León ¡ALCALDE DIMISIÓN! ¡¡LEÓN!!».

Poco después de concluido el pregón, en la calle Imperial, en un ‘control rutinario de drogas’ de la Policía Municipal han sido identificados dos chicas y dos chicos, tres de ellos menores.

Durante la identificación han aparecido policías nacionales que han acusado a dos de ellos de lanzar huevos contra el Ayuntamiento, por lo que iban a ser multados.

Los jóvenes han exigido la identificación de los agentes, a lo que se han negado los policías que, incluso, dicen se han mofado de ellos, mientras los locales les reían las gracias.

Los retenidos se han quedado con el número de placa de uno de los municipales.