Ante la Delegación de Trabajo, junto a la misma acera en la que Pinto suma 11 días en huelga de hambre, más de un centenar de personas pertenecientes a movimientos ciudadanos -algunos de ellos llegados de puntos tan diversos como Asturias, Galicia o Madrid-, le han arropado en sus demandas.
La figura de este leonés, al que muchos de los asistentes han firmado su camiseta, se ha convertido en un símbolo en la defensa de la necesidad de establecer una prestación social para todos los desempleados del país.
Un objetivo que comenzó a reclamar al ver cómo sus derechos eran pisoteados por la ‘maquinaria’ de la administración y al comprobar, según ha advertido, «que los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres».
Ramiro Pinto, durante la concentración de los colectivos sociales en su apoyo. (Foto: Peio García)
Lucha obrera
Gritos en favor de la lucha obrera, frases como «aquí vale cansarse pero no rendirse» y una buena dosis de aplausos le han servido a Ramiro Pinto para ser consciente de que su lucha no ha caído en la papelera.
Ante los asistentes el mismo personaje que en su día se encaramó a los tejados de las casas de Riaño para evitar que éstas fueran inundadas por las aguas del pantano, expresó su deseo de que esta reivindicación llegue al Gobierno para que elija «si es más importante hacer AVES o dar el dinero público a todos, incluidos los desempleados». Además, recordó a los presentes la capacidad de «luchar», algo que requiere «esfuerzo y sacrificio» pero que es «un compromiso necesario». Después de once noches durmiendo frente a la Delegación de Trabajo de León, consideró que se está ganando en fuerza y que hay que ir «al ataque» a partir de ahora.
«Ramiro ha puesto la mecha y ahora somos nosotros los que tenemos que recoger el testigo» ha advertido una de las representantes de los colectivos sociales y las ‘marchas de la dignidad’.
Esas marchas, según se ha recordado en la concentración, significan la lucha obrera por un cambio social que según sus impulsores «llegará más pronto que tarde».
Ramiro Pinto, en un momento de su intervención. (Foto: Peio García)
Agotado
Ramiro pinto, agotado por el paso de los días sin alimento, se ha dejado ver satisfecho con la respuesta que su gesto ha tenido especialmente entre los más jóvenes.
A la concentración de este viernes no sólo han acudido representantes de los colectivos sociales ya que partidos políticos como Izquierda Unida o Podemos junto a representantes sindicales han respaldado la iniciativa de este «luchador leonés», como ha sido definido.
Ramiro Pinto podría abandonar su huelga de hambre en los primeros días de agosto. Lo hará, según ha dejado ver, porque el mensaje que ha llevado a la calle sí que ha calado mientras que para la clase política deja en el aire una petición en primera persona: «Que se pongan en el lugar de los parados, de los que no tienen nada».
Un instante de la lectura de los manifiestos en apoyo de las reivindicaciones sociales impulsadas por Ramiro Pinto y que le han llevado a una huelga de hambre.