¿Periodismo o Briongos?

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Si ha habido una constante que se ha repetido a lo largo de las jornadas más intensas de protestas contra el extinto bulevar de Gamonal ha sido la presencia de miles de personas que manifestaron su indignación ante las mismas puertas de de la sede del Grupo Promecal. Aquellos días de revuelta ciudadana han marcado un antes y un después en el tradicional monopolio informativo que se ejerce en nuestra ciudad. Una realidad que no  ha sido del todo bien digerida en los despachos de Diario de Burgos, como su redactor jefe, Raúl Briongos, no se ha cansado de manifestar desde entonces.

Manifestación frente al Grupo Promecal

Cuando en la Nochebuena de 2009 Raúl Briongos era nombrado oficialmente director de Diario de Burgos, el editor de su medio realizaba unas declaraciones  cuyos ecos resuenan con especial clarividencia en nuestro presente: “Espero tu lealtad, que hasta ahora la he tenido, y esa lealtad tiene que florecer todas las mañanas. También deseo tu amistad. Aquí tienes los trastos y mata bien”. Nadie podrá decir lo contrario. Raúl Briongos ha sido siempre fiel a Antonio Miguel Méndez Pozo.

Ser amigo de tus amigos es una honorable cualidad. Estar al lado de ellos incluso cuando estos andan acuciados por miles de voces que claman contra ellos es algo envidiable. Raúl Briongos, jefe de redacción de Diario de Burgos desde la Nochebuena de 2009 ha sabido ser fiel a sus amigos devolviendo lealtad a aquellos a los que debe su ascenso profesional. Esa es una gran virtud que nadie le puede negar al director del media burgalés.

Pero en este mundo extraño que nos ha tocado vivir a veces lealtad y cobardía pueden ir dadas de la mano por contradictorio que esto pueda parecer. En los conflictos los seres humanos somos capaces de sacar lo mejor y lo peor de nosotros mismos, y en la guerra mediática que desde el minuto cero Diario de Burgos desató contra los vecinos de Gamonal lo ha puesto de manifiesto.

Birongos ha sido fiel a aquel al que debe el puesto y ha asumido como propio el pasado ominoso de su editor y los proyectos empresariales de su familia. Chapeu Raúl, has demostrado que te mereces estar donde estás, pero no puedo dejar de afirmar que refugiarse tras el eslabón más bajo de la estructura que compone tu medio rezuma ruindad.

Pozo, Mnecía,  Briongos, Aparicio

Si durante casi una semana miles de manifestantes han expresado su hartazgo ante la sede del Grupo Promecal en unas protestas que no tienen parangón en ninguna otra ciudad española, no es porque los vecinos de Gamonal tengan especial inquina a los periodistas que allí trabajan.   A nadie se le escapa que es difícil ser periodista en el mundo que nos ha tocado vivir, más aún cuando se predica objetividad y la empresa de la información en la que trabajas ha tomado una línea editorial tan marcada en un conflicto en el que tu propio editor tiene depositados amplios intereses económicos. Pero más difícil todavía es tener que convertirse en el escudo donde se refugia tu redactor jefe que no deja de azuzarte contra los manifestantes.

Si la indignación de los vecinos de Gamonal que clamaba contra la imposición del bulevar se ha hecho extensiva a la sede del Grupo Promecal es, en palabras de muchos de ellos, porque allí está personificado el monumento a la corrupción urbanística que se ha levantado en la ciudad de Burgos. El lugar que políticos y mandatarios, príncipes y princesas, están obligados a visitar antes que la catedral. En lugar donde, en definitiva, el poder político rinde pleitesía al poder empresarial.

Las protestas contra el bulevar significarán un antes y un después en muchas conciencias, una fractura social cuyas consecuencias están aún por determinar.  Enero de 2014 supone el punto de inflexión en el despertar de una ciudadanía que durante más de un siglo ha permanecido adormecida por el monopolio informativo de las grandes empresas de la comunicación.

Nada volverá a ser igual ni en Burgos ni en Gamonal. Las lealtades de cada cual, incluidas la nuestras, las de la comunidad de medios alternativos de Burgos,  marcan ya el escenario del futuro cercano en el que paralelamente nos toca caminar. Ahora sabemos que desde la avenida de Castilla y León Michel tira a matar.

Modesto Agustí

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