Gamonal ha vencido el primero de los combates de un conflicto que durante cinco días consecutivos ha sido el foco de atención de la actualidad informativa del momento. Pero la lucha contra el bulevar y la especulación existía ya antes que el barrio fuese el centro de atención de todos los medios y seguirá existiendo cuando las cámaras dirijan la atención hacia otros lugares. No está de más recordar que la paralización temporal de las obras puede ser sólo la tregua temporal que se toman los poderes fácticos de la ciudad para preparar una nueva embestida, quizás esta vez con otras armas más sibilinas tras el fracaso de las porras y las balas de goma.
Las movilizaciones en solidaridad convocadas en numerosas ciudades son una buena forma de recordar que aún queda un vecino encarcelado. Aún es necesario mantener encendida la llama gestando un fenómeno que está lejos de ser novedoso y que forma parte del patrimonio colectivo de todos los explotados y humillados del mundo.
Unid@s hemos podido. ¡¡Gamonal ni un paso atrás!!