Stop Uranio considera que la mina de Berkeley pone en riesgo el futuro del balneario de Retortillo

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RETORTILLO – VILLAVIEJA DE YELTES

  • La Plataforma ha presentado más de un centenar de alegaciones contra el aprovechamiento de aguas para la mina de uranio

 

La Plataforma Stop Uranio, contra el proyecto minero de la empresa Berkeley par la extracción de uranio en Retortillo y Villavieja, ha solicitado la denegación de las peticiones efectuadas por la filial de la minera australiana para el aprovechamiento de aguas superficiales y subterráneas en el término municipal de Retortillo, al entender que la empresa no dispone todavía de ninguna de las autorizaciones previas pertinentes y en estado de vigencia para la extracción y beneficio del mineral.

Al tratarse de una explotación minera calificada como “radioactiva”, el proyecto de Berkeley Minera España S.A. “está supeditado a la autorización previa del Ministerio de Industria, que todavía no ha sido otorgada y en cuya tramitación el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha pedido suspensión el pasado 30 de julio, con exigencia de nuevos estudios y proyecto por parte de la empresa”, sostienen desde la Plataforma.

Igualmente, la autorización de la Consejería de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León estará “condicionada a la presentación de nueva y abundante documentación por parte de la empresa solicitante, con una espera de al menos un año, según consta en el mismo informe del CSN”.

Según Stop Uranio, “a la vista de las pruebas, y teniendo en cuenta que la minera no dispone de ninguna autorización para la finalidad del aprovechamiento, parece cuanto menos razonable que el procedimiento de concesión de aguas sea suspendido hasta que esas autorizaciones sean otorgadas y puedan tener vigencia, de ahí que ahora proceda el archivo del expediente”.

Por otra parte, este colectivo asegura que “el CSN exige a la empresa Berkeley un nuevo programa PVRA (Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental) preoperacional que permita evaluar las consecuencias de impactos radiológicos sobre la población y el medio ambiente, e identificar el cauce de los vertidos en aguas superficiales, así como los datos históricos del caudal del mismo y cómo se va a proceder en las épocas de estiaje. Al tratarse del cauce del río Yeltes, parece claro que no se puedan tramitar las concesiones de agua sin la justificación previa”.

Además, añaden que el área prevista para la actividad minera se sitúa en una zona de clima mediterráneo caracterizada por al menos dos meses de sequía durante el verano, lo que resulta especialmente relevante en los municipios de Villavieja de Yeltes y Retortillo, que en ocasiones y debido a la falta de precipitaciones han tenido que abastecer a su población de agua para consumo. Por lo tanto, “resultaría altamente imprudente” la captación de aguas durante el período de estiaje, ya que esta actividad detraería el agua disponible para uso humano, prioritario en todo momento respecto a cualquier tipo de actividad minera, y que en el caso del río Yeltes, protegido a nivel comunitario como ZEPA y LIC, “pondría en peligro la garantía de un caudal mínimo ecológico incluso en los meses del año con mayor índice de pluviosidad”.

Finalmente, Stop Uranio muestra su preocupación ante la “exagerada solicitud de recursos hídricos superficiales y subterráneos por parte de Berkeley, que aunque se refiere exclusivamente a las labores mineras, no hace referencia alguna a la cantidad de agua que será necesaria para el proceso de valorización del mineral, actividad netamente consumidora de este recurso vital y productora de aguas tóxicas e hiperácidas”.

Para Stop Uranio “es necesario recordar que los datos presentados por Berkeley Minera España S.A. son referidos al año 2009, donde ya la demanda de los municipios era de 43 hectómetros cúbicos anuales, consumo que se ha visto significativamente incrementado y al que hay que sumar las concesiones de agua de las CST La Loba y Las Calderonas, no contempladas en el estudio, que ya someten a la unidad hidrogeológica a una presión excesiva sobre sus escasos recursos hídricos”.

Tampoco olvidan el empleo que de las aguas termales efectúa el balneario de Retortillo, “cuyo uso histórico y preexistente se pone en peligro de llevarse a cabo la explotación minera, y que afectaría a uno de los principales motores económicos y de empleo de esta comarca”

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