Un impresionante despliegue policial, que montó una operación jaula alrededor de la plaza de San Pablo, para que el ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, no escuchara los abucheos de los vallisoletanos.
La policía, apostada desde primera hora de la mañana en las esquinas de todas las manzanas en un perímetro que abarcaba, por ejemplo, desde la calle Torrecilla a la plaza San Miguel ha impedido circular a los ciudadanos que portaran cualquier tipo de prenda de color verde, según los testimonios expresados en San Pablo, mientras el ministro se refugiaba en la capilla del Museo Nacional de Escultura.
El ministro Wert a su llegada al Museo Nacional de Escultura. Foto: últimoCero
Carmen dijo haber sufrido la «insolencia» de unos policías que le habían obligado a despojarse de la camiseta verde si quería acceder a San Pablo. «¿En qué país vivimos?», se preguntó a través del megáfono.
María Victoria: «Venía de la plaza San Miguel y para llegar aquí [San Pablo] he tenido que venir por la Rondilla, ya que no me dejaban pasar con modales chulescos por las tres calles que lo he intentado. No hay derecho».
Los testimonios de Carmen y María Victoria son solo dos de los expresados por personas que iban a ejercer su derecho de expresarse contra los recortes en Educación. Pero la represión se ejerció también contra personas que simplemente pasaban por la zona con un destino diferente. Es el caso de María: «Iba al médico y no me han dejado pasar. He perdido la cita porque viene un ministro. Pero estos señores no llevan sus propios guardias de escolta… Esto es una auténtica vergüenza«.
Visto y no visto
El ministro llegó minutos antes de las 10 de la mañana. Entró en su coche negro de lunas tintadas a la plaza San Pablo. Se bajó en la misma puerta del Museo. Una hora después, se volvía a subir al vehículo oficial, y en esta ocasión seguía la calle Cadenas de San Gregorio para salir por el otro extremo de la calzada peatonal y no pasar ante la concentración.
Mientras, los concentrados -convocados por el Movimiento de la Escuela Pública, Laica y Gratuita y el 15 M– no cesaban de gritar: «No es un ministro, es un tertuliano»; La Escuela no se vende, se defiende»; «Queremos becas y no hipotecas»; «Educación y Sanidad, pública y de calidad»; «Menos asesores, más profesoras»; «Lo llaman democracia y no lo es»; «Vergüenza, vergüenza»; «Dimisión, dimisión»; Más filosofía y menos policía»…
Los concentrados llevaban prendas verdes en defensa de la escuela pública. Foto: últimoCero
La policía mantuvo a raya a los concentrados, menos de un centenar, que no solo no impidió avanzar sino que los fue haciendo retroceder centímetro a centímetro. Cuando el coche negro, con el ministro, es de suponer, que dentro, arrancó, los manifestantes intentaron acercarse a la esquina de la Diputación, los agentes de la Unidad de Intervención reforzaron el cordón de seguridad y, como es habitual, algunos de ellos se significó en las provocaciones. Fue el caso del agente con placa 73164, que con su barriga desplazó del lugar a un periodista de últimoCero ante la indignación de los presentes.
El ministro Wert, que llevaba en tierras vallisoletanas desde que finalizó en Madrid el desfile el 12 de octubre, según manifestaciones de un agente, que añadió que había pasado el fin de semana de bodega en bodega de la Ribera de Duero: de Protos a Vega Sicilia… Se explicaría entonces el desparpajo del extertuliano al decir durante su discurso al homenajeado, tras hacer entrega de la condecoración: «Aquí nada es gratis. Esperamos un retorno, un estímulo». O el lapsus de no saber dónde se encontraba a las 10.30 horas de hoy.
Wert vino a entregar a Miguel Ángel Bezos Pérez la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio. Bezos Pérez es el fundador, junto a su mujer, Jackie Gise, de la ‘Bezos Family Foundation’, entidad con fines orientados a «la mejora de la educación». Además, Miguel Ángel Bezos Pérez es el padre de Jeff Bezos, fundador y presidente de la multinacional Amazon.