[Vídeo] Así desahucia el Ayuntamiento de Madrid
María Isabel Rodríguez Romero fue desalojada ayer por la mañana de su vivienda en Villaverde, Madrid, junto a los seis miembros de su familia, todos en paro, incluyendo una niña de ocho años y su madre, quien sufre una enfermedad psíquica.
Se trata de un piso social de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo, a la que Isabel debía el alquiler desde enero, una deuda cercana a los mil euros que la sociedad municipal se ha negado a renegociar.
La policía ha efectuado el desahucio con total precisión, y se han visto escenas de risas entre los agentes. Posiblemente no se reían de la familia, pero resulta vergonzoso que a alguien le entre la risa en un momento tan duro. Este comportamiento chulesco y macarra entre los antidisturbios es lo más habitual.
El sadismo se va instalando en las llamadas fuerzas del orden, al mismo tiempo que lo practican en el PP. Porque ya no son hechos aislados, son actitudes que se repiten con demasiada frecuencia desde aquel ya brutal ‘que se jodan’. Una foto del desahucio encabeza hoy la galería de imágenes del The Wall Street Yournal.
Hemos visto esa actitud ante las dos mujeres desesperadas que estos días gritaban su rabia en los ayuntamiento de Córdoba y Santa Cruz de Tenerife. Esa actitud prepotente que muestran muchos políticos, especialmente de la derecha, ante el infierno que viven muchos ciudadanos, puede generar reacciones incontroladas por parte de las víctimas.
Es difícil comprender cómo alguien puede reírse mientras echan a la calle a toda una familia. O es un demente o es un sádico. No hay más. Si se reían en pleno desahucio ante las narices de las víctimas, ¿qué risotadas se habrán echado en las furgonas cuando volvían tras el éxito de la operación? ¿Qué les hacen a estos tipos en las cloacas de los cuarteles para arrancarles la escasa humanidad que tenían cuando les dieron el uniforme?
Amnistía Internacional ha vuelto a recordar la impunidad con la que actúa la policía y la permisividad de sus métodos violentos por parte del Ministerio de Interior. “En España, las denuncias por uso excesivo de la fuerza a manos de la policía a menudo ni se investigan adecuadamente ni, por lo tanto, se castiga a los responsables. En los casos en los que se han iniciado las investigaciones, muchas veces las denuncias se archivan al no poderse identificar a los agentes implicados, algo que incumple la propia normativa policial que obliga a los agentes a ir identificados. Esta situación genera un clima de impunidad frente a los abusos”, dice la organización.
Fuente: El Ventano.