Casi un centenar de funcionarios protagonizaron esta mañana en las inmediaciones del Hospital Clínico de Valladolid una llamativa protesta incluida en la programación reivindicativa de los Viernes Negros: un Vía-crucis contra los recortes.
El personal sanitario que participó en ella cambió la bata blanca por bolsas de basura negras y capirotes para crear, por un día y a modo de aperitivo de la Semana Santa, la “Hermandad del recorte simulado diferido”. A la comitiva, que cortó el tráfico durante unos minutos en la calle Ramón y Cajal, justo en la confluencia de las calles Paraíso y Sanz y Forés, se sumaron funcionarios de la Universidad y de la Diputación Provincial de Valladolid.
En la protesta, además de los capuchones, no faltaron las tradicionales manolas, que portaban caretas con la imagen de la ministra de Sanidad, Ana Mato y la presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. “Vuestra corrupción, nuestra decadencia” o “no dejemos que nos quiten lo que nos ha costado media vida conseguir” fueron los lemas que se podían leer en algunas de las pancartas que acompañaban a los crucifijos improvisados con tubos de cartón.
El Vía-crucis contra los recortes constó de siete estaciones. Cuando la oficiante coreaba cada uno, el ‘pueblo’ respondía con inusitada devoción: “Te adoramos Merkel, que con tus tijeras salvas a los bancos alemanes”. Así se hizo un repaso por los ataques a los servicios públicos, a los recortes en Sanidad, a la privatización de la Educación, a la corrupción (“Bárcenas, Correa, Lanzas, Albarracín, el ‘Jaguar Ibiza’ del marido de Ana Mato…), el repago y cierre de urgencias o el ataque del Ministro de Economía a las pensiones.
La última estación resumía el sentir de la protesta funcionarial. “El Gobierno ataca a la democracia”, dijo la oficiante. “Te adoramos Merkel, que con tus tijeras salvas a los bancos alemanes”, respondía el ‘pueblo sacrificado’. “Cuanto más se recorta, menos democracia tenemos. Defendamos la democracia”, remató la oficiante en una liturgia que no concluyó con el tradicional Amén, sino con el paso de dos ambulancias que accedieron al Hospital Clínico y a las que los manifestantes abrieron de forma inmediata el paso. “Hoy ha sido este Vía-crucis, pero semanas atrás sorteamos una ristra de chorizos. La gente está muy cansada de manifestaciones y hay que tirar de imaginación para que la gente se conciencie de lo que está pasando”, relató uno de los participantes en la original protesta.