Nos van a robar 23.500 millones de euros en el rescate de una Bankia en ruinas.

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Nos van a robar 23.500 millones de euros en el rescate de una Bankia en ruinas.
Salvar el banco del PP
XOÁN COLAZO PAZÓ


La derecha se creó una fama de buena gestora que parece estar bastante extendida entre la gente; es algo que se da por hecho. Visto lo que pasa en el mundo, en el Estado y en nuestro país –por sólo hablar de los últimos tiempos- no se comprende bien a que se debe esta fama, más allá de las toneladas de propaganda con la que nos inundan diariamente. Ahora, no contentos con llevar al borde del abismo al propio sistema que ellos crearon y gobernaron, nos obligan a cargar con las consecuencias de su pésima gestión política y económica, que salta a la vista en este caso concreto.


Recordemos que el Banco Financiero y de Ahorros, matriz del actual banco, fue la apuesta de una parte del capital financiero español muy vinculada al PP por crear la tercera entidad financiera del Estado, que superara a la antigua La Caixa. La reestructuración del sistema financiero tenía como uno de sus principales cometidos exterminar de las cajas, centralizando, privatizando y bancarizando su operativa. En ese proceso es cuando Caja Madrid se une con otras seis cajas para dar lugar a Bankia, situación en la que también se hicieron fuertes llamamientos para atraer a las cajas gallegas. Como muestra de que esto respondia a un diseño político y económico de la derecha, con la colaboración necesaria, como siempre, de la socialdemocracia española, es la amplia participación de las familias –en sentido literal- del Partido Popular. El máximo exponente de esto fue el hasta hace unas semanas presidente de Bankia, Rodrigo Rato, rostro sin par de las finanzas y del PP, con grandes logros ya en su anterior cargo al frente del FMI.
El caso Bankia ejemplifica perfectamente las lógicas de la actual fase del capitalismo. El capital busca en su financiarización un salto adelante para conseguir nuevas tasas de plusvalia. Al mismo tiempo, este capital financiero debe dirigirlo todo, sometiendo gobiernos, erigiendo instituciones que sirvan a sus intereses, empobreciendo las mayorías sociales, tiranizando países enteros con cualquier método a su alcance. En la actualidad se puede decir que el Estado Español está intervenido, de hecho, desde hay varios meses. Los organismos internacionales, portavoces todos al servicio de ese enorme poder, se muestran con toda su bestial crudeza dictando sacrificios para los pueblos, en nombre de sus santos e intocables intereses, por la gracia de dios. Hay que subir el IVA, hay que destruir el sistema de pensiones,… y lo que venga! Entonces, no se debe dejar caer Bankia. La nacionalización es el método para socializar sus pérdidas entre todos y todas, pero no entre los responsables, directos o indirectos, que nos pusieron en la situación actual.
Bankia recibió hasta ahora 4.465 M € de los fondos iniciales FROB, durante el año 2010. Después de su conversión en banco y salida a bolsa, el valor de sus acciones cayó a menos de la mitad en tan sólo diez meses. La nacionalización va a suponer proximamente que otros 19.000 millones de euros públicos vayan a tapar el agujero creado en los últimos tiempos. En total estamos hablando que serán 23.465.000.000 euros los que el Estado, todos y todas tengamos que asumir para rescatar esa entidad privada. Dicho de otra manera: 3.904.247.490.000 pesetas, 3,9 billones, esto es, siete veces más que lo que supuso la intervención de Banesto hace veinte años. Con las aportaciones a Bankia y a las otras entidades financieras que están en una situación semejante, el estado lleva ya entregados 300.000 millones de euros de ayudas públicas a la banca, casi seis veces la riqueza de Galiza en un año. Socializar pérdidas, nacionalizar empresas en crisis para sanearlas y devolverlas a la esfera privada a costa de enormes recursos públicos, intervención máxima del Estado para asegurar los negocios de unos pocos frente a las mayorías, condenar al pescado pequeño pero dejar impune a los tiburones y a los responsables de la quiebra. Esa es la lógica de un sistema injusto y enfermo, que hace de la especulación uno de sus pilares.
Resulta evidente que con la actual crisis quien está a pagar todo el desastre son las clases trabajadoras, que nada tuvieron que ver con el origen ni el desarrollo de la misma. Sin embargo, los auténticos responsables siguen gestionando la imposible salida a la crisis dentro de las coordenadas ya sabidas. Como en Bankia, las medidas que se adoptan son simples placebos, no soluciones que superen los males. Porque en el fondo no se trata de un problema de mala gestión, que también lo puede ser, sino de que el problema es el propio sistema capitalista. Son malos gestores porque gestionan este sistema.

http://www.terraetempo.com/artigo.php?artigo=2498&seccion=7
Traducido por Victor Acunha

 

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