“Patriotas” de la corrupción y la represión

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Patriotas” de la corrupción y la represión

La constitución del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez tiene cada día más dificultades, incluso en su inicial fase de investidura. Parece poco probable que haya unas terceras Elecciones Generales en los próximos meses, pues ello supondría el reconocimiento por parte de las instituciones políticas de que el Régimen del 78 está acabado; pero el proceso de constitución del nuevo Gobierno está siendo complejo. En las próximas semanas iremos viendo como esa complejidad se irá expresando de forma más intensa; al final entra dentro de lo posible que nos encontremos con un Gobierno de Salvación del Régimen, que para algunos sectores del mundo progresista podrá parecer un “Gobierno Frankenstein”, pero que no sería más que un Gobierno apoyado, de una u otra manera, por los distintos pilares de este Régimen, desde PP y C’s hasta PSOE y Podemos. Eso sí, con la exclusión de Vox, en cuyo caso nos presentarían tal operación política como algo útil para crear un “cinturón sanitario” al estilo europeo alrededor de esa fuerza nítidamente franquista. Hay ya muchos movimientos mediáticos, políticos y económicos trabajando en esa dirección, y realmente, desde su punto de vista, no les falta una parte de razón.

La política que tendrá que desarrollar el próximo Gobierno del Régimen para el mantenimiento de este es tan sumamente reaccionaria que necesita una amplia base de su bloque de poder para intentar implementarla, algo que no conseguirán en cualquier caso, porque el movimiento popular es cada día más fuerte, aunque quede mucho por avanzar. Necesitarían, digamos, ese amplio apoyo para aguantar la primera embestida.

La UE y el Banco de España aplauden esas políticas. Están exigiendo recortes de más de 7.000 millones de euros que afectarán a servicios públicos y sociales. El propio Banco de España reconoce que de los 65.725 millones de euros transferidos a la Banca, de los que 54.353 eran de dinero público, solo se han recuperado 4.477 millones de euros, y da por hecho que en el mejor de los casos esa recuperación llegará a los 9.560 millones. El resto, más de 56.000 millones, son “donaciones” de la sociedad civil a las entidades financieras por esa labor de “altruismo” que las caracteriza en su actividad cotidiana. La UE y el Banco de España nos informan también de que es inevitable, según ellos, una reforma de las pensiones, porque tal como están hoy son insostenibles financieramente; pero eso sí, no hay problema alguno en regalar a la banca privada más de 56.000 millones, porque estas entidades sí que son “socialmente necesarias”.

El Régimen monárquico postfranquista no da más de sí. Si hubiera un mínimo resto de patriotismo social o de decencia entre sus responsables, desde los grandes medios de manipulación pasando por los partidos políticos que lo sustentan y viven de él, o en su administración de Justicia, que ha pasado a tener un papel central y referencial en la ofensiva represiva para su mantenimiento, o en la Jefatura de las Fuerzas represivas… facilitarían la puesta en marcha de un auténtico Proceso Constituyente en el que las gentes de los diversos pueblos del Estado tuviéramos la oportunidad de construir un nuevo marco jurídico-político de carácter democrático, de justicia social y de solidaridad para tod@s. Pero el “patriotismo” de los defensores del Régimen está en la corrupción y la represión; y por eso van a intentar mantener a toda costa la “exprimidora” de trabajadores/as y pueblos que es este Régimen.

Esa posición, la de defender “a sangre y fuego” lo que es ya totalmente insostenible, es la que agudizará el conflicto social y político, porque desde luego el movimiento popular no se va a dejar chulear.

En el Movimiento Popular Castellano tenemos claro que los próximos tiempos van a ser de una gran agudización de la lucha de clases; lo que tenemos que hacer es prepararnos para ello, psicológica, ideológica, política y organizativamente. Ese es el único camino para conseguir la victoria que hoy es más posible que nunca.

Izquierda Castellana, 21 de noviembre de 2019

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