Más de 3.000 personas han participado en la manifestación organizada desde la Coordinadora por la Sanidad de Aranda y la Ribera reclamando la atención de los políticos para conseguir un servicio sanitario de calidad. Es la tercera movilización masiva que se hace en poco tiempo y que se une a las que se desarrollan cada martes a las puertas de los centros de Salud de Aranda y Roa, y en ocasiones en el hospital arandino. A las ocho de la tarde la cabecera salía desde la plaza Mayor para regresar allí tras el recorrido para dar lectura a un manifiesto leído por integrantes de la Coordinadora.
Cumpliendo la petición, los políticos no han ido junto a la pancarta que iniciaba el recorrido con el lema ‘La Sanidad no se vende, se defiende’, sino que se han mantenido tras un tercer rótulo reclamando la construcción del nuevo Hospital. Por su parte, muchos trabajadores de los centros sanitarios se han colocado en segundo lugar tras el lema ‘Por una Sanidad pública de calidad para Aranda y la comarca’
Una movilización que se suma a las ya realizadas, con las que se ha conseguido la llegada de médicos, aunque no los suficientes. “Sigue habiendo bajas en especialistas como: geriatras, cardiólogos,digestivos, radiólogos, medicina interna…. Que no se han cubierto sus plazas aunque en otros hospitales HUBU, Salamanca, Rio Hortega, Clínico hay médicos contratados por encima de plantilla; sabemos que Allí son necesarios pero en son imprescindibles”, leían los representantes de la Coordinadora.
“Es vergonzoso”, señalaban, la falta de pediatrías, la de Médicos de Familia para cubrir bajas y vacaciones. Y los ciudadanos advierten “que no vamos a permitir el cierre o el traslado del SUAP”, así como el cierre o el traslado del paritorio. “Al HUBU le encantaría llevarse los partos a Burgos y de eso nada”, aseguran.
“Trabajen para que ni un solo paciente que sea derivado por los médicos de Aranda al HUBU sea devuelto sin la atención sanitaria que precise”, señalan, asegurando que “eso está pasando y en Valladolid lo saben”. Los arandinos y ribereños piden que los ratios de médicos por paciente sean iguales en todas las poblaciones, que se incentive a los médicos para que trabajen en los hospitales comarcales, que se cree una oferta de empleo pública continua, coherente y real con las necesidades, que los traslados sean permanentes y que aumenten las plantillas de enfermeras y auxiliares, técnicos de Laboratorio, de Rayos o celadores.