Semana 19: La represión policial no pudo otra vez con la decisión de manifestarse
Hubo 233 interpelaciones y 172 personas detenidas preventivamente.
En ciudades del interior hubo fuerte represión policia contra la multitud de manifestantes. Se produjeron cargas policiales en Montpellier, en la plaza de la Comedie, en las cercanías de la estación de trenes. Hubo respuesta por las autodefensas de los chalecos amarillos y confrontación con la policía. En Lille, en el norte del país, se rompieron algunas vidrieras después de duros ataques de los uniformados. En Lyon se repitieron los incidentes,
El gobierno aplicó una política de militarización del país en busca de un escenario de ultra seguridad, con la policía desplegada “reactivamente” en la capital y la marcha en la Concorde y la Asamblea Nacional prohibidas. Un cambio de estrategia, luego de haber perdido el control y ser superados por los violentos incidentes el sábado pasado.
Militares y policías se desplegaron sobre todo el territorio. Eran 50 unidades de CRS (la policía antidisturbios) y 63 escuadrones de gendarmes móviles, lo que representa 10.000 hombres. París concentró a 41 fuerzas móviles más de las unidades de terreno de la policía barrial.
Sin embargo, esto no arredró a los chalecos amarillos que salieron a las calles otra vez por decenas de miles.
“Nosotros no somos terroristas sino el pueblo en dificultades”, decía un manifestante con un cartel en la colina frente a Sacre Coeur.
Los manifestantes habían elegido escribir en su chalecos amarillos una palabra: Frexit, una referencia al Brexit británico. El escenario de debate tan temido por el presidente Emmanuel Macron para las elecciones europeas del 23 de mayo y que los líderes de la UE quieren evitar.
Con la clásica consigna de “Macron, dimisión” cantado como rap, marcharon todos unidos y, cuando se inició la desmovilización la violencia estalló en pequeños grupos en las cercanías de la Gare de L’Est, una de las estaciones de tren de París.
El líder del movimiento Francia Insumisa, Jean Luc Melenchon, participó en la marcha.
Con las manifestaciones prohibidas en los Campos Elíseos, los manifestantes organizaron una sentada en la plaza de Trocadero, frente a la Torre Eiffel. Pero finalmente no se concretó.
La acción XIX de los Chalecos Amarillos en Francia se ha convertido en un test para el presidente Macron y su gobierno. Después que los Campos Elíseos fueron incendiados el sábado pasado en el mayor acto de propaganda del movimiento, el jefe de Estado busca recuperar su autoridad y su territorio, pero su imagen sigue cayendo en picada.
La policía hirió gravemente a una mujer de 73 años
Una mujer de 73 años fue herida y trasladada al hospital. En Lyon también hubo incidentes y gases.
Geneviève Legay (tendida en el suelo), de 73 años, resultó gravemente herida durante una cargoapolicial en Niza el sábado.
El fiscal de Niza, Jean-Michel Prêtre, dijo que había abierto el sábado por la tarde “una investigación tradicional sobre las causas de las lesiones”. “Ordené la captura de imágenes de video, también de excelente calidad, e hice solicitudes en el Hospital Pasteur”, dijo el Sr. Priest, quien también encuestó a Geneviève Legay, de 73 años.
“Ella fue atendida por bomberos con una calificación de emergencia relativa y, cuando llegó al hospital, se encontró con que una evaluación médica había subido de categoría, lo que se denominó un pronóstico reservado”, dijo. el especificó “Aparentemente ella golpeó con fuerza en un palo del tranvía. Esto se hizo en la “fase de dispersión” del mitin, que tuvo lugar en un perímetro donde se prohibieron las manifestaciones, dijo el fiscal.
Los bomberos habían evacuado a Geneviève Legay consciente a pesar de su condición. Un reborde de sangre fue visible en el suelo por una herida en la cabeza, observaron los reporteros de la AFP. Sufre de varias fracturas de cráneo y hematomas subdurales, según una de sus hijas.
Geneviève Legay en la manifestación, antes de ser golpeada por los policías.
Hubo algunos incidentes en París cuando la policía lanzó gases contra manifestantes.
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París estaba blindada cuando los Chalecos comenzaron a reunirse en Trocadero. Policías y gendarmes se desplegaron en todos lados, en brigadas rápidas y reactivas. Hasta en el techo del Arco del Triunfo había policías armados y los drones sobrevolaban el área. Paredes blindadas de vidrio fueron colocados en la avenida más linda del mundo, donde los rastros de la violencia del sábado pasado son evidentes. Todos los negocios incendiados están tratando de reconstruirse aunque tardarán meses.
El nuevo prefecto de la policía de Paris, Didier Lallement estuvo al cargo del operativo, tras reemplazar a Michel Delpech el miércoles pasado. El primer ministro Edouard Philippe y el ministro del Interior visitaron a la policía en la mañana.
“Nosotros no tendremos piedad con los “casseurs” (vándalos)”, advirtió la ministra de Justicia Nicole Belloubet, parafraseando a la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich. “Cuando los casseurs los atacan, ustedes atacan. Francia está con ustedes”, dijo la ministra a los gendarmes y policías en Carcassone. “Esa gente no quiere el diálogo. Su reivindicación es la violencia”, declaró.
Se equivoca la Belloubet, los únicos vándalos son esos policías armados hasta los dientes que cada vez que el pueblo se manifiesta, harto de sus tropelías y de las de los funcionarios del gobierno Macrón, sale a reprimirlos con saña. Pero en Francia, los de abajo han perdido el miedo y este sábado quedó demostrado con miles desafiando el estado represivo.
“NOS TIENEN MIEDO PORQUE NO LES TENEMOS MIEDO”
En Niza prohibieron la manifestación ante la cercana presencia del presidente de China. Pero los Chalecos llegaron igual. La policía desocupó la plaza Garibaldi con gases lacrimógenos.
Mujeres al frente contra policías atrincherados y muy bien armados
Este 23 de marzo, durante la 19 semana de protestas de los ‘chalecos amarillos’, un grupo de mujeres con el pecho desnudo acompañó a los manifestantes.
Las mujeres estaban vestidas como Marianne, el símbolo de la república francesa, y marcharon junto a los manifestantes en la ciudad francesa de Lille.
Los rostros y los pechos de las mujeres estaban cubiertos de una sustancia roja parecida a la sangre y algunas de ellas llevaban parches en los ojos, posiblemente en referencia a las heridas infligidas a los manifestantes por las fuerzas de seguridad.