Quinientas ocho camas han perdido los hospitales públicos de Castilla y León entre 2010 y 2016 por los cierres de plantas.De esta forma, los centros dependientes de Sanidad pasaron de las 6.900 camas habilitadas a casi 6.400. O lo que es lo mismo, la Comunidad ha perdido casi una de cada diez camas que tenía operativas Sacyl, toda vez que el descenso ha rondado el ocho por ciento.Unas cifras que sitúan a la región como la cuarta de España donde más decrecieron las camas utilizadas en los centros públicos de salud desde 2010, solo superada por Cataluña,Madrid y Galicia, aunque toda ellas lo hicieron en menor proporción, según revela el informe ‘Análisis de los presupuestos sanitarios de las CCAA 2018’ elaborado por CCOO.
Una situación que para la secretaria de la Federación de Sanidad del sindicato, Ana Rosa Arribas, «evidencia situaciones de desigualdad y pérdida de valor del sistema sanitario público», y critica que a pesar de que son datos «no objetivos» ya que los proporciona la propia Consejería, no es «la mejor comunidad» en esta materia. Sin embargo, el propio estudio señala que, a pesar del cierre de camas, Castilla y León sigue teniendo una mejor ratio de camas en funcionamiento por cada 1.000 habitantes que el conjunto del país, con una tasa de 2,62 frente a las 2,38 de la media nacional.
Otra de las variables que recoge el estudio es el propio empleo dentro del sector sanitario, que en el caso de la Comunidad descendió un 1,62 por ciento con casi 560 sanitarios menos, la mayoría de ellos en AtenciónEspecializada, que se ha dejado más de 300 por el camino. De hecho, solo una provincia,Valladolid registra datos positivos respecto a 2010, con un ligero repunte de 18 personas.En el lado opuesto, hasta cinco provincias -Ávila, Salamanca, Segovia,Soria y Zamora- han visto mermar sus efectivos médicos en casi un cinco por ciento, conSalamanca liderando el descenso con casi 250 médicos menos.
«A los profesionales se les trata bastante mal», apunta Ana Rosa Arribas, que advierte que son cuestiones que tienen que ver con la prestación del servicio sanitario en parámetros de equidad e igualdad, ya que hay diferencias en el acceso a sanidad en función de la zona en la que se resida. A pesar de estos datos, en esta ocasión, la región se encuentra muy lejos de otras que se han visto mucho más perjudicadas en este sentido como Baleares o Andalucía donde se han esfumado más de 10 por ciento de los profesionales de salud.
Según el análisis elaborado por CCOO, el presupuesto de la consejería de Sanidad de Castilla y León para este año -unos 3.600 millones de euros- es el más alto desde 2010, al que supera en un 2,23%, con un crecimiento consecutivo desde 2012 que ubica a la Comunidad en segundo lugar en porcentaje de su presupuesto dedicado a sanidad. Sin embargo, Arribas asegura que les «preocupa» que tenga una diferencia presupuestaria negativa acumulada entre 2011 y 2018 de 1.143 millones de euros, lo que supone el 32 por ciento del presupuesto actual, con los que ahora se contaría si se hubiera mantenido «constante» cada año.