El heredero saudí firmará en Madrid la compra de cinco corbetas por 2.000 millones

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El príncipe Mohamed Bin Salmán, heredero del trono saudí y hombre fuerte del reino, visitará por primera vez España la próxima semana. La visita, que aún no se ha anunciado oficialmente, incluirá su primer encuentro personal con Felipe VI y la firma en La Moncloa de varios acuerdos bilaterales; entre ellos, los que darán cobertura a la venta a Arabia Saudí de cinco corbetas de Navantia por unos 2.000 millones de euros, cuya firma lleva ya más de dos años de retraso.

Bin Salmán llegará a Madrid el próximo día 11, procedente de París (Francia), dentro de una gira que iniciará en EE UU. Está previsto que esa noche cene en La Zarzuela con Felipe VI, para que ambos se conozcan personalmente, ya que cuando el Rey visitó Riad, en enero de 2017, el príncipe, que aún no había desplazado a su primo como heredero, estaba ausente. Aunque no es jefe de Estado, el Rey le ha ofrecido el Palacio de El Pardo como residencia durante la visita. Su séquito, formado por unas 700 personas, se alojará en hoteles de lujo de la capital.

El eje central de la visita, que el rey Juan Carlos contribuyó a preparar en Arabia Saudí la pasada Semana Santa, será la firma de una batería de acuerdos el jueves día 12 en La Moncloa, donde se reunirá con Mariano Rajoy.

Varios de ellos servirán para dar cobertura a la venta de cinco corbetas de Navantia por más de 2.000 millones de euros. Está previsto que el astillero público español y la sociedad saudí SAMI (Industrias Militares de Arabia Saudí), creada en mayo pasado para levantar una industria local de Defensa a partir de las multimillonarias compras en el extranjero, formen una compañía conjunta que será la adjudicataria del programa. El contrato, el más importante de la historia de Navantia, no solo incluirá la construcción de los cinco buques, basados en las patrulleras Avante 2200 vendidas la pasada década a Venezuela, sino también la remodelación del puerto de Yedá, que les servirá de base.

Además, la Armada española y la Marina Real saudí suscribirán un acuerdo para que sean instruidos en España unos 600 marinos saudíes, que formarán las futuras tripulaciones de las corbetas. Este programa obligará a construir alojamientos especiales para ellos en San Fernando (Cádiz) y a diseñar un plan especial de instrucción, lo que creará una estrecha relación entre las dos marinas a largo plazo.

Una relación marcada por el fútbol

Es probable que toda o parte de la delegación de Bin Salman acabe el día 11 en el Santiago Bernabéu. Ese día, el Real Madrid juega la vuelta de cuartos de la Champions contra la Juve y los príncipes saudíes son forofos del fútbol español. Nueve jugadores saudíes desembarcaron en enero pasado en la Liga española en virtud de un polémico acuerdo por el cual otros tantos clubes se han embolsado una buena cantidad de petrodólares. Riad busca preparar a sus jugadores ante el difícil reto que se les avecina: enfrentarse a la selección anfitriona en el partido inaugural del Mundial de Rusia, el próximo 14 de junio. Pero de momento los saudíes se limitan a chupar banquillo y los príncipes presionan para que salten al campo. Aunque no sea el Bernabéu.

La negociación sobre la venta de las corbetas se ha prolongado durante años, debido a las exigencias sucesivas que Riad ha ido planteando. Entre otras, que los sistemas de combate de los dos últimos buques se monten en Arabia Saudí o que se puedan incorporar equipos de Turquía, uno de los más estrechos socios de Riad en la alianza suní.

Navantia espera como agua de mayo la firma del contrato, que dará trabajo durante cinco años a 2.000 personas en los astilleros de San Fernando y Ferrol. Pero también se trata de una operación contestada por las ONG, que denuncian la intervención militar de Riad en la guerra de Yemen, que ha dejado un saldo de casi 10.000 muertos desde 2015 y ha puesto a la población civil en una situación catastrófica.

La guerra de Yemen o el conflicto con Catar, dos manifestaciones de la rivalidad entre Riad y Teherán, estarán en la agenda de Bin Salmán en Madrid, pero también su programa de reformas (que permitirá a las mujeres conducir) o su combate contra la corrupción, con la detención de centenares de príncipes.

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