Puigdemont seguirá en prisión hasta que se resuelva la extradición

Comparte este artículo:

El Comité de Derechos Humanos de la ONU acepta la demanda de Puigdemont

Carles Puigdemont esperará en la cárcel a que la justicia alemana decida si le entrega o no a la española, que le reclama por presuntos delitos de rebelión y malversación de caudales públicos, y esa espera entre rejas puede prolongarse hasta dos meses. El tribunal de primera instancia de Neumünster, en el land norteño de Schleswig-Holstein, donde Puigdemont fue detenido el domingo cuando intentaba alcanzar Bélgica por carretera, decidió ayer tarde prorrogar la detención preventiva del expresident de la Generalitat.

El tribunal tomó esta decisión después de que Puigdemont declarara por la tarde durante unas tres horas ante el juez –básicamente a efectos de identificación y de explicar las razones del arresto- en el juzgado, un edificio que tiene entrada directa desde el centro penitenciario de ladrillo rojo donde el expresident ingresó el domingo. Mientras en el exterior, durante toda la jornada y bajo un penetrante frío del norte, un puñado de catalanes independentistas expresaba su adhesión al político recluido y a la causa que representa. A escasa distancia, un grupo de alemanes seguidores del partido izquierdista Die Linke enarbolaban estelades y banderas rojas en apoyo de Puigdemont.

El Gobierno alemán tiene una visión bien distinta, sostenida en el tiempo y coherente con el sentir de Bruselas. Ayer por la mañana en Berlín en rueda de prensa rutinaria, Steffen Seibert, portavoz de Angela Merkel, reiteró lo que ha dicho varias veces en el pasado sobre la cuestión independentista catalana. “España es un Estado democrático, este conflicto debe solucionarse en base al Derecho español”, dijo Seibert, quien señaló también que el Gobierno alemán respalda la postura de Mariano Rajoy al respecto.

El portavoz de Merkel reitera que “el conflicto debe resolverse en el marco constitucional”

Mientras tanto, la justicia alemana sigue su curso. Al ser este un país federal, todo el proceso que se ha puesto en marcha en virtud de la euroorden de detención y entrega emitida el viernes por el juez Pablo Llarena corresponde a la justicia del estado federado donde se produjo el arresto. Ahora, la Fiscalía General de Schleswig-Holstein debe analizar, con la documentación recibida, si se dan los requisitos para extraditar a Puigdemont, para lo cual debe valorar si el delito de rebelión que esgrime el juez Llarena tiene correspondencia en la legislación germana.

El delito de alta traición, tipificado en el artículo 81 del Código Penal alemán, guarda similitudes con el español de rebelión, pero hay otro que la fiscalía también podría tomar en consideración. Se trata del artículo 105, que castiga con cárcel de entre uno y diez años a “quien antijurídicamente, con violencia o por medio de amenaza de violencia, coacciona a no ejercer sus competencias o a ejercerlas en un determinado sentido” a órganos legislativos, al Gobierno o al Tribunal Constitucional. En casos “menos graves”, la pena prevista es de entre seis meses y cinco años de prisión.

El vicefiscal general de Schleswig-Holstein, Raph Döpper, dijo a medios catalanes que la primera decisión sobre una eventual entrega de Puigdemont a la justicia española no llegará antes del domingo de Pascua.

(El fiscal general está de vacaciones, y debe regresar para hacerse cargo del caso; mientras, lo lleva el vicefiscal Döpper.) Si la fiscalía considera que existe base para la extradición, presentará el proceso ante el Tribunal Superior Regional (Oberlandesgericht) de Schleswig-Holstein. Si considera que no es el caso, Carles Puigdemont quedará en libertad.

El Código Penal alemán describe el delito de “coacción a órganos constitucionales”

Si el asunto llega al Tribunal Superior Regional, este examinará la documentación remitida por la justicia española y evaluará si la entrega de Puigdemont está justificada y tiene base legal. De ser así, la Fiscalía General tendrá la última palabra. Todo esto debe resolverse en 60 días, el tiempo máximo de detención permitido, que puede alargarse a 90 días en situaciones excepcionales. Ayer, una portavoz de la Fiscalía declaró a Dpa que “si bien no se espera que se agote el plazo de los 60 días, tampoco es probable una decisión esta semana”. Las vacaciones de Semana Santa en Alemania son de Viernes Santo a Lunes de Pascua, lo cual también debe tenerse en cuenta.

Hasta el próximo domingo se quedará por aquí el independentista Joan Ramon Zaballos, de 55 años, profesor de alemán de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Lleida, que está de vacaciones. Se enteró de la detención de Puigdemont cuando paseaba por Lübeck, y se vino en seguida para Neumünster. “Fui cabeza de lista como independiente por CiU en Lleida en las elecciones municipales del 2011, y coincidí con Puigdemont, que iba a por la alcaldía de Girona, en algún mitin grande –decía ayer Zaballos-. Yo fui de independiente, y ahora sigo con la independencia a tope”.

Comparte este artículo: