La gran banca ha ganado 84.000 millones desde el inicio de la crisis.

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Los beneficios de la gran banca española siguen lejos aún de las cifras que presentaban al estallar la crisis. Pero en los diez años transcurridos desde entonces, no ha habido ni uno solo en que esas entidades, en conjunto, dejaran de ganar dinero. Entre 2008 y 2017, Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter se embolsaron un total de 84.000 millones de euros.

La única de ellas que arrojó pérdidas durante el periodo fue Bankia (-16.755 millones), debido a los ajustes realizados en las cuentas de 2011 (-2.976) y 2012 (-19.056) por José Ignacio Goirigolzarri, sucesor de Rodrigo Rato como presidente. Para evitar su hundimiento, fueron necesarios casi 25.000 millones de euros, que puso el Estado a cambio de quedarse con la mayoría del capital.

En el último decenio, el banco que más ganancias acumuló fue el Santander, con 63.428 millones, prácticamente tres cuartas partes del total. Le siguieron el BBVA (32.458) y, ya a mucha distancia, CaixaBank (10.812), Sabadell (4.727) y Bankinter (2.815).

Ninguna de las seis principales entidades bancarias españolas, sin embargo, ha recuperado todavía su nivel de beneficios de 2008, el año en que la quiebra de Lehman Brothers desencadenó la crisis financiera más dramática de los últimos tiempos. Entonces sumaron 17.463 millones de euros, lejos de los 7.315 obtenidos en 2017. Su peor ejercicio fue 2015, con 5.580 millones.

El hecho de que los beneficios sigan sin recuperarse del todo no significa que la gran banca haya menguado. Todo lo contrario: el proceso de reestructuración que se llevó por delante a la mayor parte de las cajas de ahorros les ha venido muy bien, al permitirles crecer mucho en poco tiempo, a base de quedarse con sus restos.

El mayor crecimiento en términos relativos corresponde al Sabadell, que ha más que duplicado su tamaño (de 78.701 millones de euros en activos en 2008 pasó a 173.203 en 2017), tras la adquisición de Banco Gallego, Banco Guipuzcoano, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Caixa Penedès.

De 260.827 a 383.186 millones ha subido Caixabank, que se hizo con Banco de Valencia, Banca de la Pequeña y Mediana Empresa, Caixa Gerona y Banca Cívica, fruto a su vez de la fusión de Caja Guadalajara, Cajasol, Caja Navarra, Caja de Burgos y Caja General de Canarias.

Los números de los dos líderes del sector no son tan espectaculares, a pesar de sus adquisiciones. Santander absorbió Banesto, Banif, Crédito Balear, Banco Castilla, Vasconia Banco Galicia y Popular. Para el BBVA fueron dos grupos: Unim (Caixa Sabadell, Caixa Terrasa, Caixa Manlleu) y Catalunya Banc (Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa).

En el caso de Bankia, el incremento de los activos ha sido muy pequeño en comparación con los que tenía Caja Madrid, debido a las fuertes desinversiones realizadas tras su fusión con Bancaja y con las cajas de Avila, Segovia, Rioja, Laietana, Insular de Canarias y Sa Nostra.

Todo este proceso se ha llevado a cabo con importantes ayudas públicas, destinadas básicamente al saneamiento de las entidades o a cubrir posibles quebrantos posteriores. Su importe supera de largo a día de hoy los 50.000 millones de euros, sin contar avales y beneficios fiscales.

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