Dice la Señora Celia Villalobos que: “Hay un número importante de personas que están más años cobrando una pensión que trabajando”. Bien, como pensionista forzoso o, como ella misma dijo en 2011, tontito, eso me sugiere varias cuestiones que quiero compartir con quién esté leyendo estas líneas.
En primer lugar quiero explicar mi condición de pensionista forzoso. Vera, con una tasa de actividad y digo actividad, del 35,2%, frente al 78% de la población sin discapacidad, según la última estadística del INE (Instituto Nacional de Estadística), de diciembre de 2017[1], creo que es lógico utilizar el término pensionista por obligación y mucho más cuando mi grado de discapacidad es mayor del 75%, graduación con una tasa de actividad del 10,1% .
Pues bien, en primer lugar quiero decir a la señora Villalobos que yo también he pasado más tiempo cobrando una pensión que trabajando. Evidentemente, mi caso es especial ya que mi pensión es una PNC (Pensión No Contributiva) por Invalidez, una pensión más baja que la mínima pensión Contributiva, aún con el complemento por tercera persona. Pese a esta diferencia, no se me ocurre decir a una persona que está financiando en parte mi propia pensión que cobra más que ha trabajado, lo primero por lo que acabo de decir y lo segundo porque se lo merece después de toda una vida trabajando.
Ni la Señora Villalobos ni yo tenemos derecho a criticar a quien se deja la juventud, la salud física y mental en un trabajo alienante, sin ninguna vocación, ni recompensa intelectual, cual Chales Chaplin apretando tuercas en “Tiempos modernos”. No podemos criticarlos cuando gracias a estas personas podemos hacer lo que nos gusta.
Gracias a estas personas, ambos podemos situarnos en la cumbre de la pirámide de Maslow y autorealizarnos. En mi caso, intento devolver eso que la clase trabajadora me da escribiendo artículos como este, dando alguna charla en Universidades, colaborando en proyectos sociales, realizando proyectos asociativos, asesorando a partidos políticos, etc, etc… En su caso, teóricamente, haciendo un trabajo institucional. Un trabajo mucho más serio que mío y que me temo que esta señora no se toma muy en serio, viendo su forma “campechana” de realizar su trabajo a juzgar por sus desaciertos continuos y sus comentarios fuera de lugar, incompatibles con el cargo.
Como veis, yo no cuestiono el sueldo que está señora recibe, no me gusta el populismo fácil. Después de años colaborando en el PSOE, valoro en lo que merece el trabajo de un Diputado o Diputada: Estudio de legislación, enmiendas, Comisiones, reuniones con colectivos, declaraciones a la prensa, vida de partido, etc, etc…. Amén de la responsabilidad del cargo. Por todo ello, no creo que este trabajo esté sobrepagado. Naturalmente, no tiene nada que ver con mis 550€, pero prefiero pedir que eleven estas pensiones a que se bajen su sueldo los parlamentarios y parlamentarias. Ahora bien, solamente pediría que estás personas hagan bien su trabajo y la señora Villalobos no lo hace, así de simple.
Pero insisto, lo más grave es cuando alguien que trabaja en lo que la gusta y encima lo hace con dejadez, critica la pensión que cobra quién se ha ganado la vida con un trabajo tedioso, alienante y/o peligroso. De hecho, mientras existan trabajadores y trabajadoras que cobran, en ocasiones, menos que yo denunciaré esa injusticia, primero por solidaridad y por lógica laboral, ningún trabajador o trabajadora puede ganar menos que yo. Lo segundo, por lógica fiscal y redistributiva, cuanto más ganen estás personas, mejor viviremos todos y todas y mejores Pensiones cobraremos. Sencillo, ¿no?
Sra. Villalobos. Si yo asumo mi posición “privilegiada” con respecto a estas personas con 550€ al mes, ¿por qué no asume los suya y pide perdón? En fin, será a eso a lo que se refiere a llamarme “tontito”, ¿no? Yo lo
Respuesta de un “tontito” a Celia Villalobos Publicado en Diario16 Por Víctor Villar Epifanio
[1] Tasa de actividad 2016, INE, http://www.ine.es/prensa/epd_2016.pdf , consultado el 18 de enero de 2018.