Cuando tuiteas y amenazan con violarte: una de cada cinco españolas sufre abusos o acoso en redes

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«Pedazo de puta». «Tengo un puticlub y necesito una zorra como tú». «El día que te encuentre te voy a violar hija de puta». «Solo puedo desearle que cuando salga esta noche la violen en grupo«. Son insultos reales que han sufrido periodistas y políticas españolas en redes sociales, pero el abuso y el acoso a las mujeres en internet no se circunscribe solo a personas públicas. Una investigación de Amnistía Internacional alerta de que una de cada cinco españolas (19%) ha sufrido estas agresiones y revela el «alarmante» impacto que estos insultos y amenazas tienen como causa de estrés, ansiedad o ataques de pánico.

Amnistía ha realizado una encuesta sobre las experiencias de las mujeres de entre 18 y 55 años usuarias de internet entre moderas y activas en España, Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Italia, Polonia, Dinamarca y Suecia. Casi una cuarta parte (el 23%) de las encuestadas en estos ocho países dijo que habían experimentado abusos o acoso en la red al menos una vez. Los datos van desde el 16% en Italia y el 33% en Estados Unidos.

De las que respondían afirmativamente, un 41% sintieron que su integridad física estaba amenazada en al menos una ocasión, según los datos difundidos por AI en una nota de prensa

«Internet puede ser un lugar temible y tóxico para las mujeres. No es ningún secreto que la misoginia y los abusos prosperan en las plataformas de redes sociales, pero este estudio muestran lo perjudiciales que son las consecuencias» de estos abusos, afirma Azmina Dhordia, investigadora de Tecnología y Derechos Humanos en Amnistía Internacional.

Un tuit insultante puede convertirse en un aluvión de odio focalizado

Esta experta alerta de que estas situaciones no es algo que desaparezca cuando sales de internet: «Imagina que recibes amenazas de muerte o de violación (…) o que vives con el miedo de que se divulguen en internet sin tu consentimiento fotos sexuales o privadas».

«El peligro especial de los abusos en internet es la rapidez con la que pueden proliferar: un tuit insultante puede convertirse en minutos en un aluvión de odio focalizado», añade Dhordia, quien hace un llamamiento a las empresas de redes sociales para que empiecen a «tomarse en serio realmente este problema».

La mitad de las encuestadas que habían sufrido abusos o acoso en redes sociales afirmó que estos eran de naturaleza misógina o sexista. En el 27% de los casos en España incluían amenazas de agresión física o sexual. En el 64% de los casos estos habían incluido racismo, sexismo, homofobia o transfobia.

El 26% de las acosadas en estos ocho países -la cifra es igual que en España- se habían tenido que enfrentar a la divulgación de sus datos personales o que las identificaban y que los abusos procedieron en un 59% de los casos de personas completamente desconocidas.

Ansiedad y ataques de pánico

Más de la mitad de las mujeres que habían sufrido abuso o acoso dijo en la encuesta que había experimentado estrés, ansiedad o ataques de pánico tras sufrir abusos o acoso en internet. El 55% tuvo problemas para dormir (el 63% en el conjunto de los ocho países), el 44% tuvo problemas para concentrarse durante periodos largos y un 52% señalaron que tenían la autoestima más baja o habían perdido la confianza en sí mismas.

Con la migración al mundo digital de la violencia contra las mujeres, muchas se alejan de conversaciones públicas o se autocensuran

Amnistía Internacional asegura además que estos ataques son una «amenaza directa a la libertad de expresión». Más de tres cuartas partes (73%) de las mujeres encuestadas en todos los países que reconocieron acoso (el 54% en España) hicieron cambios en su forma en que usan las plataformas. El 32% dijo que había dejado de publicar contenidos que expresaban su opinión sobre ciertos temas.

«Las redes sociales han contribuido a aumentar la libertad de expresión, incluido el acceso a la información, de muchas maneras. Pero con la migración al mundo digital de la discriminación y la violencia contra las mujeres de fuera de internet, muchas mujeres se alejan de conversaciones públicas o se autocensuran por temor por su privacidad o su seguridad», comenta la investigadora de Tecnología y Derechos Humanos en Amnistía, Azmina Dhordia.

El 22% considera la respuesta de la Policía «inadecuada»

Amnistía destaca la necesidad de dar respuesta a esta clase de violencia desde los gobiernos y las empresas de redes sociales. En España, por ejemplo, el 22% de las mujeres que habían sufrido abusos o acoso dijo que la respuesta de la Policía a esta situación «era inadecuada».

«Las empresas de redes sociales tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión. Deben garantizar que las mujeres que usan sus plataformas pueden hacerlo libremente y sin temor», subraya Dhordia.

AI señala en su nota que el derecho a la libertad de expresión protege expresiones que podrían «ser ofensivas, profundamente perturbadoras y sexistas». Sin embargo, añade, esta libertad no incluye la apología del odio o de la violencia. «Es más: el derecho a la libertad de expresión debe ser disfrutado por igual por todas las personas e incluye el derecho de las mujeres a expresarse y a vivir sin violencia y abusos, tanto dentro como fuera de internet».

Amnistía pide a las empresas que hagan cumplir sus propias normas para la comunidad cuando dicen que no toleran abusos focalizados basados en el género o en otras formas de identidad de la persona y que empoderen a los usuarios para que tengan una «experiencia menos tóxica y perjudicial».

A los gobiernos, la ONG pide que garanticen la existencia de leyes, políticas y prácticas adecuadas para prevenir la violencia y los abusos contra las mujeres en internet y acabar con ellos sin que ello se utilice como «excusa para reducir el disfrute de la libertad de expresión».

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