Las BRIF, Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales, vuelven a la lucha por sus derechos laborales una vez culminada la temporada ‘alta’ de incendios forestales. Para ello han convocado tres días de huelga -los días 28 de septiembre 2 y 5 de octubre de 2017- para reivindicar una mejora de sus condiciones, un problema que ya se viene arrastrando desde hace años.
Una de las reivindicaciones del colectivo, contratado a través de la empresa pública Tragsa, es la creación de la categoría profesional de bomberos forestal y una segunda actividad más amplia y no para una pequeña parte del colectivo como ofrecen.
«Somos profesionales, somos bomberos forestales y los incendios son algo serio y negarnos esto, que es tan básico no lo podemos consentir», asegura el colectivo en un comunicado.
«Si se pretende que trabajemos y demos mejor servicio, se nos debe pagar por ello. La vocación es requisito fundamental en este trabajo debido a la exposición que supone entre otras cosas, pero debemos poder asegurarnos un futuro para nosotros y nuestras familias completamente digno», reivindica la Asociación de Trabajadores de las BRIF.
Los trabajadores de las BRIF piden «ayuda a la sociedad, y que nos apoyen en esta lucha, que recuerden estos días de incendios, que no se olviden de esa sensación de desolación e impotencia por causa del fuego y que piensen que estábamos ahí dando lo mejor de nosotros mismos».
Las negociaciones entre las BRIF y el Gobierno llevan estancadas dos años cuando se constituyó una mesa de negociación. Denuncian que «lo que parecía que podía llegar a buen puerto está empezando a resultar una situación estancada en términos y materias muy similares a las que se llegaron en 2015». Los trabajadores de las BRIF tienen contratos fijos-discontinuos con tiempos en el paro durante los periodos de baja alerta por riesgo de incendios.