47 alumnos de un instituto de Madrid son atendidos por el servicio de urgencias por las altas temperaturas

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Cuatro estudiantes del IES Neil Armstrong de Valdemoro han sido trasladados al hospital por los servicios de emergencias, tres con crisis de ansiedad

Los chicos y chicas, cuyas clases tienen hasta 34 alumnos, han sido atendidos por el SUMMA en el tanatorio municipal, donde sí hay aire acondicionado.

El centro está inacabado porque el terreno donde tienen que construirse seis aulas pertenecía a una empresa involucrada en la trama Púnica

Los servicios de emergencias del 112 de la Comunidad de Madrid han atendido a 47 alumnos del IES Neil Armstrong de Valdemoro por golpes de calor causados por las altas temperaturas. Tres de ellos han sido trasladados hospital por crisis de ansiedad, según ha informado a Europa Press un portavoz del 112 Comunidad de Madrid.

La primera llamada al 112 se ha recibido alrededor de las once de la mañana, advirtiendo de que un niño estaba afectado por un posible golpe de calor. El SUMMA ha atendido al estudiante y le ha trasladado al hospital.

Una hora después el instituto ha contactado directamente con el 061, comunicando que había más alumnos afectados. Los chavales, de Bachillerato, han sido atendidos por varios equipos del SUMMA, que les han llevado al Tanatorio Municipal, situado a escasos metros del centro educativo  y que dispone de aire acondicionado. También se ha activado el riego de jardines para refrescarse.

Los afectados por los golpes de calor estaban, como ha confirmado el alcalde del municipio, en la primera planta del centro y son estudiantes de Bachillerato. Según el AMPA, hay dos clases de 1º y una de ellas tiene 34 alumnos, una cifra que roza el máximo permitido (35) y obliga a los estudiantes a estar muy juntos en el aula.

Tres de los chavales han sido trasladados al hospital por crisis de ansiedad y por un esguince, y el resto se han ido a sus casas. El consejero responsable ha criticado la actuación del centro ante la emergenica. «Nunca tenían que haber salido de ese recinto escolar», ha dicho Van Grieken.

«Se han tomado unas decisiones por parte de la responsable, en este caso, con las que no estoy de acuerdo y precisamente se han dictado órdenes al respecto, niños o jóvenes no pueden abandonar un recinto escolar, es algo que realmente es atípico, se podía haber gestionado de otra manera», ha señalado. La situación, afirma Van Grieken, se ha «reconducido» y los chicos y chicas han vuelto al centro.

El Ayuntamiento ha enviado botellas de agua al centro así como ambulancias para ayudar a los sanitarios del SUMMA 112. Horas después de este episodio, la Consejería de Educación  ha anunciado que va a permitir a los centros educativos que reduzcan la jornada lectiva de sus alumnos dadas las últimas previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que apuntan a que en la próxima semana se mantendrán las altas temperaturas de las últimas horas. El curso en la región termina el día 22 de este mes.

Un instituto a medias por la Púnica

El centro escolar lleva funcionando siete años pero está inacabado. Falta por terminar el gimnasio y por construir una tercera fase, que contempla seis aulas para Bachillerato y un laboratorio. Las obras no se han iniciado porque cuando la Comunidad de Madrid las presupuestó en 2016 se encontró con que el terreno no era de titularidad municipal, sino de una empresa de la trama Púnica.

Esta demora ha obligado a instalar al menos tres barracones –con climatización– para dar cabida a los estudiantes que van matriculándose en el instituto. Según el AMPA, este año entrarán cuatro clases de 1º de la ESO y tendrán que poner más. «El centro es de línea tres pero el año pasado la aumentaron a seis en el primer curso de Secundaria», cuenta un padre.

«Ya con esto se han juntado el hambre con las ganas de comer. No tenemos gimnasio ni colchonetas para que se pudieran tumbar los que estaban mareados. El patio es muy pequeño y están todos arremolinados en las pocas sombras que hay. Es un desastre», añade este miembro del AMPA.

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