Ambos expresan su “gran tristeza” por la noticia de la muerte del Nobel de la Paz y destacan que nunca olvidarán su “contribución al impulso de las conversaciones en el proceso de paz”.
También han puesto en valor su compromiso profundo con los valores que fundamentaron la construcción del Estado israelí.
Sin embargo, es bueno conocer al personaje:
SHlMON PERES: TERRORISTA Y CRIMINAL DE GUERRA
Peres en 1941 se unió al Haganá -organización terrorista armada clandestina que luchó por la formación de un Estado sionista en territorio palestino, objetivo que se hizo realidad con el establecimiento unilateral de Israel en 1948.
Tuvo entrenamiento militar en el kibutz Guevá.
Éstos eran traídos clandestinamente a Palestina en barcos fletados por los agentes del Haganá que, previamente colocaban cargas de demolición en la sentina. Cuando el navio era interceptado por los británicos, los terroristas del Haganá hacían detonar los explosivos haciendo creer a la opinión pública que el estallido había sido provocado por las autoridades de Londres.
Uno de los casos más conocidos de esta serie de operaciones encubiertas fue el desastre del “Patria”, llevada a cabo el 25 de noviembre de 1940. El hundimiento provocado por el Haganá en la rada de Haifa, causó la muerte de por lo menos 260 judíos inmigrantes y otros 172 quedaron heridos.
El incidente fue denunciado por el periodista judío David Flinker en el New York Morning Journal del 27 de noviembre de 1950, donde afirma: «Fue el comando del Haganá el que dio la orden de hacer estallar el barco “Patria”». Otro de los atentados de esta naturaleza fue el que hundió al buque “Struma”. Resultado: el asesinato por el sionismo de 760 inmigrantes judíos.
En mayo de 1947, Ben-Gurión designó a Shimón Peres en el alto mando del Haganá, donde inicialmente fue puesto a cargo del personal y más tarde se involucró en la adquisición de armas y la producción.
Peres sirvió como jefe del departamento de la marina en 1948 y fue enviado a los Estados Unidos en 1950 en una misión para la adquisición de armas. Peres fue un instrumento para la adquisición de armas para el Haganá y el establecimiento de las industrias de defensa israelíes, especialmente la aeronáutica y de la aviónica, de acuerdo a su biografía. También es conocido como el padrino de las industrias de defensa de alta tecnología de Israel y del arsenal nuclear clandestino.
Fue Peres quien hizo adquirir los entonces ultramodernos Dassault Mirage III, los aviones de combate de diseño francés de la fuerza aérea israelí que atacaron el USS Liberty, en 1967.
Shimón Peres ha dicho al presidente egipcio Hosni Mubarak que Israel estaría dispuesto a negociar la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear, en el plazo de dos años después de la creación de “la paz regional.” Pero Peres nunca ha dicho lo que en esa paz se incluye. Se ha preferido la ambigüedad en esto y mucho más en la diplomacia nuclear de Israel.
En una reunión en Abril de 1963 en la Casa Blanca, Peres respondió a preguntas del Presidente John F. Kennedy, al respecto del programa nuclear diciendo: “Israel no será el primero en introducir armas nucleares en el Medio Oriente” .
En 1953 a la edad de 30 años, Shimón Peres fue designado por el primer ministro, David Ben Gurion, para ser Director General del Ministerio de Defensa. En el transcurso de tres años Peres sentó las bases del programa de armas nucleares israelí.
EL VERDUGO DE QANA
El crimen de guerra más destacado cometido por el Premio Nobel de la Paz 1994 fue su responsabilidad directa como Primer Ministro del bombardeo de la sede de les fuerzas de la ONU en la aldea de Qana, en el sur del Líbano en 1996.
Más de 800 civiles libaneses buscaron refugio en el edificio para escapar del fuego israelí. Sin embargo, la bandera de la ONU no fue suficiente para detener la sed israelí de sangre. La artillería israelí de 155 milímetros abrió fuego y varios proyectiles impactaron en la sede de las Naciones Unidas. Ciento seis personas murieron en la masacre y al menos 110 resultaron gravemente heridas. Militares del batallón de las Islas Fiji que estaban acantonados en el lugar confesaron que minutos antes un comandante israeíí los llamó por teléfono y le preguntó las coordenadas, según él para confirmar la posición y que ésta no fuera blanco de algún disparo. En realidad, estaba precisando “la puntería” para lo que iba a venir después… A pesar de las conclusiones de la investigación de la ONU de que el ataque no fue un error técnico o de procedimiento, sino absolutamente intencional, la comunidad internacional, hasta ahora, no ha hecho nada para llevar a Peres a juicio como criminal de guerra. En su lugar, la Asamblea General de la ONU debatió si Israel debía pagar una indemnización para la reparación del complejo atacado.