Un callejero que invisibiliza a las mujeres no nos representa

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La presencia de mujeres frente a hombres en el callejero de nuestra ciudad es tremendamente desproporcionada. No es que no existan mujeres que merezcan ser recordadas, es que una vez más los hombres han ocupado y copado el espacio público hasta controlarlo casi todo. Claro reflejo de la sociedad patriarcal en la que vivimos, que se empeña en esconder, en obviar a las mujeres en todos los ámbitos.

 

Cuando hablamos de discriminación de género también debemos dirigir la mirada a ese escenario de nuestras vivencias cotidianas, nuestro barrio, nuestra ciudad, para construir un espacio donde habitar en igualdad.

Creemos que debemos colocar a la mujer en el papel que le corresponde y ofrecer una respuesta simbólica de los géneros más igualitaria en la búsqueda de un barrio inclusivo, alejado de la realidad sesgada que ofrece la actualidad.

Hace falta que nos reconozcamos hombres y MUJERES, como constructores y constructoras de la ciudad.

Proponemos que se tengan en cuenta nombres de mujeres con una indiscutible importancia histórica en su barrio, localidad o en sus ámbitos profesionales o sociales.

Además, consideramos que hay mujeres que nos representan en mayor medida que muchos de los hombres que sí tienen el honor de poseer su placa, su calle, su reconocimiento.

A nosotras nos faltan muchas, Clara Zetkin, Rosalind Franklin, Dolores Ibarruri, Rosa Parks, Dionisia López Amado, Ángela Davis… y por supuesto la que más ilusión nos hace, nuestra querida y luchadora: JUANA DOÑA.

 

 

 

 

 

 

 

 

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