Los debates de La Sexta-Antena 3, el Grupo Prisa y otros mass-media. O de como salvar a Podemos.

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Las ultimas encuestas electorales, incluso aquellas financiadas por los grupos más directamente interesados en que no se desinfle ese “salvavidas del Régimen del 78”, marcan una clara tendencia a la baja en el voto a Podemos y simultáneamente una caída en picado de la valoración de su líder, Pablo Iglesias.

Las próximas elecciones generales del 20D muy probablemente no van a posibilitar un cambio de gobierno en su sentido profundo. El PP será la fuerza política más votada y con el apoyo de Ciudadanos tendrán una mayoría suficiente para formar gobierno. Un gobierno por cierto aún más de derechas que el actual y que no tendrá inconveniente alguno en aplicar, si el movimiento popular no lo impide, los nuevos recortes y privatizaciones que se exigen desde la Troika, aunque ahora, como es lógico, lo nieguen ( La UE pide completar la reforma laboral y más ajustes tras el 20-D ).

Sin embargo, lo que sí va a cambiar de una forma cualitativa y cuantitativa es la composición del Parlamento Español y por tanto el juego político que esa institución puede dar en un escenario como en el que hemos entrado, en el que aunque la derecha española (incluyendo a Ciudadanos) mantenga la gobernanza del Estado durante un tiempo, la exigencia social de un Cambio avanza inexorablemente, hasta tal punto que el conjunto de las fuerzas políticas del Régimen plantean reformas, esencialmente cosméticas, de la Constitución.

 

Es en este escenario en el que el Sistema necesita un resultado aceptable para Podemos, resultado que debería moverse entre los 40 y 50 diputados, que aunque se sitúan muy lejos de aquellos que le daban las encuestas impulsadas por los propios medios del Regimen hace unos meses, según las cuales iban a ser la primera fuerza parlamentaria, tengan los suficientes escaños como para poder actuar de facto como la fuerza hegemónica dentro de la «oposición leal a la monarquía».

 

Las fuerzas decididamente soberanistas y rupturistas (ERC, DyL, EH-Bildu, BNG y UP) parece que obtendrán unos buenos resultados en las próximas elecciones generales, probablemente entre los 25 y 30 diputados. Esa representación parlamentaria, en un contexto en el que finalmente el proceso de construcción de la República Catalana se ponga en marcha, es de una gran transcendencia cualitativa y cuantitativa. Es muy necesario para la estrategia del enemigo que una fuerza , aparentemente favorable a un cierto cambio, opaque en todo lo posible la presencia parlamentaria de un grupo importante de diputad@s posicionad@s realmente a favor de los Procesos Constituyentes, de la República y del Derecho a Decidir.

 

La operación «salvar a Podemos», tal como es tradicional en la forma de actuar del Régimen del 78 y sus medios de comunicación, no guarda las mínimas normas de respeto a la pluralidad democrática. El candidato a la Presidencia del Gobierno de Unidad Popular, Alberto Garzón, actual portavoz del grupo parlamentario de Izquierda Plural – IU, a pesar de contar con grupo parlamentario propio y más de un millón y medio de votos reales, no virtuales, en las últimas elecciones generales de 2011, es excluido absolutamente de todos los debates televisivos y periodísticos de los grandes medios privados. ¡Qué casualidad!

 

 

Hay una razón poderosa que lo explica: a la gente se le quiere transmitir la idea de que a nivel estatal, especialmente en Castilla, a la izquierda del PSOE sólo existe Podemos.

Pero, ¿realmente Podemos está a la izquierda del PSOE? No creemos tal cosa y ya comprobaremos como el tiempo nos da la razón. De momento los mass-media en esta nueva fase de oxigenación de Podemos orientan su recuperación en base al desgaste del PSOE. En el debate de A3 – La Sexta, el portavoz de Podemos jugó un papel absolutamente patético, con errores tan de bulto como el desconocimiento de lo que había ocurrido en Andalucía con el proceso autonómico, errores que en cualquier país mas o menos normal hubieran sido objeto de mofa y censura grave por comentaristas y medios. Aquí, en el Régimen del Esperpento, los medios de la derecha y de la izquierda, por supuesto del Régimen del 78, le dan como ganador del debate. Cosas veredes que non creredes.

 

La batalla -tal como ocurrió en la primera Transición- entre reforma del Régimen franquista y ruptura con éste, a través de un proceso auténticamente constituyente, se volverá a repetir. En esta ocasión será en el formato de aquellos que optan por la reforma de la Reforma, es decir los de siempre, y aquell@s que estamos por la puesta en marcha de auténticos procesos democráticos constituyentes sin más limitación que la de la voluntad popular.

 

Izquierda Castellana

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