«Ahora o nunca: Por un futuro 100% renovable»

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Dos participantes en la Marcha por el Clima en Valladolid esta mañana. Foto: Gaspar Francés

Dos participantes en la Marcha por el Clima en Valladolid esta mañana. Foto: Gaspar Francés

Más de 2.000 personas se suman en Valladolid a la Marcha Mundial por el clima

últimoCero.Valladolid:: Domingo, 29 de Noviembre de 2015 ::

Molinillos de viento confeccionados con el cartel de la convocatoria, globos, aros al cuello con los planetas, máscaras, flores, ropas… todo, casi todo, teñido por el color verde. La manifestación con motivo de la Marcha Mundial por el Clima ha sido una fiesta de colorido y música que ha recorrido el centro de la ciudad con un objetivo: «Ahora o nunca: por un futuro 100% renovable». Y un grito; «Sí, sí que nos oígan en París», ciudad donde mañana comienza  la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático.

El día previo a la Cumbre de París se presentó maravilloso, lo que animó a cientos de personas a salir a la calle -como en la mayoría de las ciudades del país- para pedir un cambio de modelo energético. La Marcha Climática, dinamizada por la batukada La Torzida, partió de la Plaza de Colón y siguió por la Acera de Recoletos, plaza Zorrilla, calle Santiago y Plaza Mayor. Durante el recorrido se coreó: «Debemos elegir: contaminar o vivir»; «La tierra, el mar, el aire, necesitan renovables»; «Menos CO2 y más Viento y Sol»; «El medio ambiente es cosa de la gente»…

En la Plaza Mayor, desde el estrado levantado ante un lateral de la Casa Consistorial, se mencionó el apoyo del equipo de Gobierno del Ayuntamiento y el resto de grupos municipales a la Marcha Mundial por el Clima, organizada por Alianza por el Clima, que agrupa a decenas de ONG. La concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, tuvo su reconocimiento personal. Por el ‘micró abierto’ se pudo escuchar la voz de ciudadanos anónimos, de Equo, de la Cooperativa Energética… En todas las intervenciones se advirtió de la situación límite en que se encuentra el Planeta («Ahora o nunca»). La portavoz de la Asociación Española de Enfermos Medioambientales Síndrome de Sensibilización Central (Asema) informó que ya son 400.000 los pacientes mediambientales en España como consecuencia de la contaminación electromagnética (emisiones wifi, móviles y antenas en general) y por contaminantes tóxicos ambientales cotidianos (ambientadores, perfumes, productos de limpieza y aseo, pesticidas en la comida, etc), que causan daños en el organismo humano a veces irreversibles, «condenando a miles de personas a una vida de aislamiento involuntario, a veces obligados a vivir lejos de los núcleos urbanos».

Cabecera de la manifestación a su paso por la calle Santiago. Foto: Gaspar Francés

El número de afectados de Sensibilidad Química Múltiples (SQM) crece cada año, y aunque están reconocidos desde septiembre de 2014, sin embargo no se atiende a los enfermos, se denunció. «Las medidas», añadió la portavoz de Asema, «las tenemos en nuestros bolsillos. Elijamos vivir o contaminar».

A continuación, Jesús Cifuentes (Celtas Cortos), dio lectura al manifiesto en el que se critica a los gobiernos que niegan las ayudas necesarias para sistemas de producción de energía alternativos y mantienen su dependencia de los combustibles fósiles. Los gobiernos continúan subvencionando los combustibles fósiles con 10 millones de dólares cada minuto.

«El cambio de modelo hacia energías renovables se hace imprescindible. El estilo del mundo rico es el que genera el cambio climático, del que se desentienden. Ante esta situación solo caben dos opciones: seguir como hasta ahora con un aumento de las catástrofes naturales, o cambiar radicalmente nuestros sistemas de producción y de jar de emitir CO2 y pasarnos a las energías renovables. Hoy este cambio es posible», según el manifiesto.

«Estamos aquí», añadió Cifu, «y en todo el mundo para que los gobernantes cambien. Las generaciones futuras no merecen que dejemos un mundo sin armonia con el ecosistema. No podemos dejar pasar esta oportunidad».

También se reclamó que las políticas climáticas a todos los niveles se planteen objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que garanticen que no se sobrepasen el incremento de  2ºC de temperatura. «La tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra», afirmó Cifuentes.

El grito de «Menos CO2 y más viento y sol» siguió al cierre del manifiesto, mientras la fiesta continuó con La Torzida en la Plaza Mayor disfrutando de un espléndido sol a finales del mes de noviembre.

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