Felicitación al cuerpo de bomberos por oponerse a los desahucios |
Tras innumerables actos por toda la ciudad las columnas han sumado voluntades en la plaza Colón. La aglomeración de personas con diferentes banderas, criterios, formas de hacer, pero con una misma voluntad de llegar a una sociedad justa y a un mundo mejor ha sido tan grande que la plaza se ha teñido de diversos colores, tantos como voluntades y formas de entender que estamos en un tiempo histórico, quizá único, para conseguir a través de la lucha, el activismo social, y una transformación de las instituciones, un país decente para sus ciudadanos y ciudadanas, con servicios públicos fuertes, propios de un país igualmente fuerte y decidido, como decididos y seguros de sí mismos deben ser los trabajadores en lugar de atormentados por el miedo y la precariedad. Hablamos de un país donde no deben tener lugar extorsiones bancarias de cruel ideología neoliberal venidas del exterior por instituciones financieras que no responden a ningún parlamento ni representan a ningún ciudadano como son el FMI, El Banco Central europeo y la Comisión Europea. Hablamos de una sociedad donde no se permita hacer negocio con todo lo indispensable para la vida de sus habitantes y de su medio ambiente, donde los recursos naturales sean patrimonio de la humanidad y de la naturaleza y no un negocio de unos pocos, donde no tengan lugar las extorsiones relacionadas con el abastecimiento de energía, subidas de precios ilógicas sometidas a los impuestos y a la especulación.
Ha vuelto a soñar con ser libre de la prisión a la que es sometido por instituciones financieras.
Ha vuelto a soñar que es soberano y que se debe a su gente, a la gente que produce, trabaja, vive, ayuda, cuida de los demás, respira su aire y bebe su agua, tiene sus ahorros abajo en la esquina y no en Suiza, a la gente que de verdad le representa.
La Marchas de la Dignidad llegan a Alcobendas
22-M: Más de un millón de personas exige en Madrid pan, trabajo y techo dignos