El Partido Popular pone en riesgo extremo el Anfiteatro Romano de Mérida

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Gestión del Patrimonio Arqueológico.

El Ayuntamiento de Mérida, gobernado por el PP, atenta contra un conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, convirtiéndolo en la sede de un torneo de pádel. El alcalde asegura que con esta irresponsabilidad acudirán los turistas.

El Anfiteatro Romano de Mérida, joya arqueológica de los españoles y espacio calificado además como Patrimonio de la Humanidad, será el lugar indicado por el Ayuntamiento de la localidad, en manos del Partido Popular, para convertirse en una inmensa pista de pádel y sede central del World Padel Tour del 2015 durante los días 4 y 10 de mayo, tal y como ha confirmado el alcalde, Pedro Acedo. Con una decisión de tal calibre, el Partido Popular ha logrado alcanzar cotas difícilmente imaginables en lo relativo a la gestión del Patrimonio Arqueológico que solo encuentran parangón en las políticas al respecto del Estado Islámico de Pakistán-Irak.

La decisión consistorial supone que en el edifico romano será instalada un gran estramado de varias toneladas de peso consistente en pistas, mamparas, graderío, instalaciones de acceso y zona de recepción de visitantes, con el consiguiente riesgo y daño de una estructura arqueológica especialmente delicada. El hecho ha causado un auténtico horror entre arqueólogos, estudiosos y especialistas, amén de toda persona amante de la Cultura que tenga una mínima consideración del registro arqueológico propiedad ya no de todos los españoles, sino de la Humanidad.

Anfiteatro romano, Mérida

Responsables del consistorio emeritense han declarado en momentos precedentes que, para colmo,  la estructura de las gradas sería fija y se quedaría superpuesta de forma indefinida. Solo las críticas y las protestas de diversos colectivos han conseguido que el alcalde se retracte en parte de tamaña decisión, anunciando que la gran estructura de gradas colocadas para el torneo de pádel será retirada tras la celebración del evento, advirtiendo además que el costo del proceso (estimado en unos 30.000 €) sería asumido por la propia organización del World Padel Tour 2015. Esa es, al parecer, toda su preocupación por la conservación de los bienes arqueológicos.

El regidor ha aprovechado para comunicar su particular visión del significado del atentado: según él,  la celebración de un evento deportivo de categoría mundial pondrá a Mérida en los ojos de todo el planeta durante unos días y supondrá una afluencia masiva de visitantes, con lo que ello conlleva para el desarrollo de la hostelería y la creación de empleo en la ciudad. Piensa el señor Acedo, del Partido Popular, que un anfiteatro romano, un teatro y un excelente museo —con un admirable edificio diseñado por Rafael Moneo— no es suficiente como para servir de reclamo turístico para la ciudad y que por ello tiene que poner en grave riesgo este Patrimonio.

Izquierda Unida de Mérida ha considerado que la celebración del World Padel Tour 2015 en el Anfiteatro Romano de la ciudad es «incompatible» con la conservación del monumento y el régimen legal de protección al que se encuentra sometido. Hace notar la formación que según la  ley 29/1999 de 29 de marzo, se atribuye la competencia de fiscalización y cumplimiento de los deberes de protección y conservación de los bienes de interés cultural a las autoridades que han mostrado su entusiasmo por la organización de esta prueba, concretamente a la Consejería de Educación y Cultura y dentro de esta a la Dirección General de Patrimonio Cultural, y que todo daño derivado, en el caso de que se produzca o que prospere la decisión de celebrar ese evento en el lugar, ha de ser imputable a estas entidades.

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