El informe contra el fracking que el Gobierno esconde

Comparte este artículo:

MADRID // El Gobierno ha solicitado al Instituto Geológico y Minero de España (IGME) un informe sobre el fracking. Se trata, según aseguran desde el propio Ministerio de Agricultura, de un documento de trabajo que está sin terminar y que sólo constituye un texto consultivo.

La Marea ha tenido acceso al documento a través del portal Filtrala, la plataforma de filtración de documentos secretos en la que colaboran La Marea, eldiario.es, Diagonal y Mongolia. Bajo el nombre Recomendaciones ambientales en relación con las medidas preventivas y correctoras a considerar en proyectos relacionados con la exploración y explotación de hidrocarburos mediante técnicas de fractura hidráulica, seis expertos analizan los posibles efectos del fracking.

El informe contra el fracking que el Gobierno esconde

Ya en la introducción se señala que “la oposición social a la explotación de este tipo de yacimientos en algunos países de Europa y de Norte América, o en España, donde no se ha pasado del estado de investigación y exploración, no se puede considerar despreciable”.

Además, destaca que “es necesario recalcar que la experiencia fuera de los Estados Unidos es prácticamente nula, por lo que la mayor parte de fuentes de información tratadas proceden de Norteamérica, por lo que no son necesariamente trasladables, para bien o para mal, al caso español o europeo, debido a circunstancias legales, geológicas, demográficas, económicas o culturales”.

A continuación se resumen los principales riesgos asociados al fracking:

Las principales preocupaciones en relación con el medio ambiente que se plantean respecto a la explotación del gas no convencional mediante la técnica de la fracturación hidráulica son: contaminación de los acuíferos (bien sea por el fluido de fracturación empleado o por el metano), el consumo de agua necesaria utilizada durante la fracturación hidráulica, el tratamiento, control y posible radiactividad de las aguas de retorno, problemas de sismicidad inducida por la fracturación hidráulica y contaminación atmosférica por emisiones incontroladas, especialmente metano“.

Los vertidos superficiales y la construcción de pozos son los que producen un mayor número de incidentes, como se resalta aquí:

Un reciente informe sobre la exploración y explotación de recursos de gas no convencional en EE.UU. señala que, de cuarenta incidentes informados a la EPA en un periodo de cinco años en explotaciones de gas no convencional, la mayoría de los incidentes estaban relacionados con: vertidos en superficie y con la construcción de los pozos”.

Sobre la estimulación con ácido clorhídrico, el informe recuerda:

La estimulación de los yacimientos comprende una serie de técnicas destinadas a incrementar la productividad de las formaciones objetivo. Son diversas las tecnologías empleadas y su empleo depende de las características geológicas de la formación. Las dos técnicas más empleadas son la acidificación, que consiste en la inyección de ácido (habitualmente clorhídrico) que reacciona con los componentes de algunas rocas produciendo gas, lo que incrementa la presión y abre las fisuras existentes; y la fracturación hidráulica que consiste en la inyección de fluido en la formación de forma que modifica el estado tensional de la formación abriendo fisuras en la formación. En ambos casos, se incrementa la permeabilidad de la formación lo que permite aumentar la productividad de la misma”.

Dónde no se podría hacer fracking y peligros de contaminación

Uno de los apartados más polémicos es el que se refiere a la prohibición de efectuar fractura hidráulica en las zonas reseñadas lo que deajría deja “fuera de la ley” a muchos permisos localizados en zonas sísmicamente activas o sensibles como Loma de übeda, Golfo de Cádiz, Costa del Sol, Golfo de Valencia, costa catalana, Doñana…

Áreas afectadas por una intensa tectónica, Áreas protegidas (con perímetros de protección) de aguas de boca y fuentes termales, Áreas de acuíferos artesianos o acuíferos profundos con vías preferenciales de flujos de agua”.

También se alerta del peligro de contaminación por elementos radioactivos.

De todos estos elementos radiactivos, el radón (222 Rn) es un gas inodoro, incoloro e insípido, muy soluble en agua, por lo que puede ascender disuelto en el agua de retorno, pudiendo pasar al aire por descompresión. Las partículas alfa emitidas por el radón tienen poco poder de penetración. Sin embargo, son altamente ionizantes, por lo que una vez en el aire se adhieren a aerosoles, polvo y otras partículas suspendidas en el aire. Por esta razón, cuando respiramos, el radón y especialmente sus descendientes (218 Po) se depositan en las células del epitelio que reviste las vías respiratorias, donde las partículas alfa pueden dañar el ADN y causar cáncer pulmonar. n al menos 12 de un total de 22 sondeos muestreados en el yacimiento de Marcellus Shale se ha metido en el agua de retorno, concentraciones de radio (226Ra y 228Ra) entre 74 a 6540 picoCuries/L (pCi/L) (Haluszcak et al., 2013), siendo el nivel umbral de radiación del Radio en el agua potable de 5 pCi/L en EEUU. Como ya se ha comentado, el Radio es el precursor del radón en la serie de trasmutación del uranio y torio. Esta medida de la radiactividad, es la radiactividad natural de las pizarras del yacimiento de Marcellus Shale, radiactividad que sale a superficie en el agua de retorno”.

“Según un estudio del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Naturaleza, Conservación y Seguridad Nuclear de Alemania, la cantidad media de aditivos que se inyecta en cada fracturación es de 7,3 toneladas, de las cuales 30 kg son de biocidas. Al menos 88 productos diferentes han sido inyectados en los sondeos de los que se disponen datos. De estos 88, 80 han podido ser identificados con su hoja de seguridad, revelando éstas que 6 productos son clasificados como tóxicos, 6 como perjudiciales para el Medio Ambiente, 25 como peligrosos, 14 como irritantes, 12 como corrosivos y 27 como no peligrosos (Meiners et al., 2012)”.

Sobre la repercusión en las aguas subterráneas:

Existen evidencias científicas que la contaminación de acuíferos, especialmente, por metano e incremento de solidos totales disueltos (TDS), este último procedente de la sal muera del yacimiento, se podían transmitir a través de las fracturas producidas durante la fracturación hidráulica, a través de fisuras en el cemento del sondeo, e incluso a través del casing de antiguos pozos deteriorados (Harrison, 1983; Myers, 2012; Osborn, 2001; Warner, 2012)”.

Finalmente, respecto a la sismicidad, el informe deja claro que  que la técnica de la fracturación hidráulica genera sismicidad y que esta actividad es muy difícil de controlar ya que se desconocen las características profundas del zócalo (con múltiples fallas desconocidas, algunas de ellas sismogenéticamente activas).

Actualmente existen indicios y cada vez más especialistas están de acuerdo en que las operaciones de gas no convencional pueden generar sismicidad (Shapiro et al., 2007; Pater et al., 2011; Fairley, 2012). Esto puede suceder de dos formas. La primera, a través de la fracturación hidráulica, y la segunda, a través de la eliminación de fluidos residuales en el subsuelo. En ambos casos, liberando tensión en una falla preexistente”.

===================================================================

Documento completo:

Fracking

 

 

Comparte este artículo: