Villalar, ¿privatizado?

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El Ayuntamiento del municipio cederá a una empresa la gestión de todas las carpas por motivos de seguridad y para uniformar la campa / Izca: “Quieren convertirlo en una Feria de Abril”

La campa de Villalar de los Comuneros puede sufrir una ‘mutación’ el próximo 23 de abril, día en el que oficialmente se celebra el Día de Castilla y León. El Ayuntamiento del municipio vallisoletano ha iniciado un proceso negociado a través del cual pretende ceder la gestión de absolutamente todas las carpas que se colocan en el descampado a una única empresa, con la seguridad y la estética como principales argumentos.

Según comunicó a últimoCero el alcalde de la localidad, Luis Alonso Laguna (PSOE), “7 u 8 empresas ya se han interesado” por el fruto de esta más que intención del Consistorio, la cual provocará que las organizaciones políticas y sindicales y los particulares que colocan un puesto el día de la fiesta no puedan utilizar sus propias carpas, sino que tendrán que estar sujetos a lo que la empresa gestora decida.
Una de las intenciones es “uniformar la campa”, anunció el alcalde, para que todas las carpas sean similares en diseño. Si el proceso sale adelante, los restaurantes y demás establecimientos ambulantes tendrán que amoldarse a la norma, lo que significará pagar por una logística que ya tienen.
Actualmente, cada organización o particular que instala una carpa en Villalar debe pedir un permiso al Ayuntamiento y pagar por los metros que ocupe, un precio que el año pasado se situaba en 1,30 euros el metro cuadrado. Así, el Consistorio se olvidaría de todos esos permisos y papeleos y delegaría todo en la empresa, quien se encargaría de moldear la campa a su gusto, ya que las condiciones impuestas por el equipo de Gobierno son flexibles y “se admiten propuestas y sugerencias”, comentó el primer edil. “Puede que el precio suba algo, aún no lo sé, pero no creo que sea mucho”, añadió.
No obstante, el portavoz de Izquierda Castellana, Luis Ocampo, explicó que tras tratar el asunto con el  profesional que instala la carpa de esta organización política, que suele rondar los 1.000 metros cuadrados y es la más grande del recinto, han llegado a la conclusión de que ese canon crecerá “prácticamente el doble”.
“Quieren convertir la fiesta de Villalar en una Feria de Abril, quieren profesionalizarla como ocurre allí con las casetas, pero éste es un día de conmemoración y de reivindicación política”, comentó Ocampo. “Es una forma encubierta de privatizar la fiesta. Nosotros perdemos dinero ese día, porque nuestro objetivo no es ir a vender vino, pero una cosa es que no se cubran los gastos y otra que las pérdidas sean enormes”, añadió.
De este modo, el portavoz de Izca cree que se atenta contra el espíritu de la fiesta, en la que cada uno debería organizarse “como crea conveniente” y libremente. “Es lógico que se controle que todas las carpas cumplan unos requisitos y, el canon, ya que está puesto, pues se paga; pero lo que no puede hacer el Ayuntamiento es utilizar Villalar para acabar con sus problemas de déficit”, añadió.
Una de las razones que alega el alcalde de la localidad es la seguridad. “Hay miles de personas y últimamente no pasa nada, pero nunca se sabe”, expresó. Por ello, además del enorme despliegue de Guardia Civil que se produce cada año, entra en juego una posible seguridad privada única y exclusivamente para la zona de carpas. “No tiene sentido añadir más seguridad cuando dentro de las carpas no pasa nunca nada”, expresó Ocampo, aduciendo también la responsabilidad de cada organización de lo que ocurra en sus instalaciones y al gran número de guardias civiles que la Subdelegación del Gobierno suele enviar cada 23 de abril.
Junto a ello, hay “muchos puestos del mercadillo ambulante que se colocan mal o sin permiso ese día” y, ante la negativa de retirarse, siempre “se busca al alcalde o a alguien Ayuntamiento para que interceda”, manifestó el alcalde de Villalar. Ante tal desbordamiento, sería esa empresa la que se encargase de perfilar las ‘calles’ que forman las hileras de puestos, las cuales se organizarán de tal manera que no haya uno solo en una zona transitable, “como ocurre habitualmente”.
Se manejan varias opciones para la organización del recinto, incluso “la creación de un pabellón único para todo”, aunque eso sólo son sugerencias e ideas surgidas en el Ayuntamiento.
Lo que si cambiará definitivamente este año será la zona infantil. El Consistorio va a suprimir los carruseles porque “no hay técnicos para realizar inspecciones”, por lo que los tradicionales ‘caballitos’ y demás atracciones serán sustituidos por un parque infantil dirigido por monitores profesionales.
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