Los acontecimientos políticos se aceleran, y las luchas lo están experimentando. Por una parte, la intensidad de la defensa de nuestros servicios públicos, de nuestros derechos sociales básicos, y, en definitiva, de nuestra propia supervivencia, no puede sino incrementarse. Por otra parte, los pueblos catalán, vasco, gallego y andaluz dan notorias muestras de que hay un avance en clave política y sindical del movimiento popular y de las luchas sectoriales. Ante este contexto, no cabe sino reforzar el movimiento popular castellano y nuestras alternativas políticas. Nuestro pueblo no puede quedarse atrás al confiar sus aspiraciones transformadoras a proyectos que obvian el papel de Castilla –tanto histórico como actual- en la lucha por la democratización y el cambio de Régimen. En los tiempos que corren se hace vital que Castilla se alce como actor político, no contra nadie, sino para sí misma. A principios del Siglo XX ya se quiso contraponer el “sano regionalismo castellano” al “sedicioso nacionalismo catalán”; el castellanismo no puede crecer en este siglo XXI del despecho hacia quienes avanzan en la construcción de un modelo respetuoso y que satisfaga sus expectativas, sino del convencimiento de que como pueblo necesitamos voz propia para dar solución a nuestros problemas y satisfacer nuestras aspiraciones.
Este 6 de Diciembre, cuando se vuelve a recordar una Constitución caducada y eje fundamental en el que se sustenta este sistema que padecemos, queremos hacer un llamamiento a visualizar el rechazo a la monarquía y a este modelo corrupto y depravado por naturaleza. Rechazo a los lobbies políticos –también llamados PPSOE-; a los sindicatos amarillos que desvían la atención hacia el cambio epidérmico de gobierno más que al cambio de régimen; al españolismo recalcitrante que solo pretende el enfrentamiento entre las clases populares de los diferentes pueblos bajo jurisdicción del Estado; al capitalismo especulativo que nos ha traído a la ruina. Y también, por supuesto, para reivindicar la justicia social, el cambio de modelo sociopolítico, una economía al servicio de las personas, unas relaciones laborales basadas en la solidaridad, la defensa de lo público… esto es, una Castilla Comunera.
Queremos aprovechar estas líneas, por último, para felicitar a las Candidaturas de Unidad Popular – Alternativa de Izquierdas por el apoyo cosechado en las últimas elecciones autonómicas catalanas. Este proyecto ha sabido conjugar la liberación de clase, la de género y la nacional bajo el lema “Lo queremos todo”, no cesando jamás su trabajo a pie de calle y en los municipios, y siendo un referente clarísimo para la juventud de la izquierda independentista en los Países Catalanes. Desde nuestra humilde organización nos sumamos a la alegría de l@s compañer@s, quienes además siempre han mostrado gran respeto al conjunto del movimiento popular castellano.