Sacyl trasladará a 87 médicos y enfermeras de centros de salud de pueblos a ciudades

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Reclamada por el sector pero no exenta de polémica por su diseño final, la reestructuración de la Atención Primaria ya dibuja un nuevo mapa que busca responder a un mayor equilibrio de la demanda asistencial y a una necesidad de ahorro en plena crisis económica.
El proyecto de Sacyl se sienta mañana en la mesa sectorial con los seis sindicatos del sector y con 210 alegaciones de los mismos y de los ayuntamientos; de las cuales, asegura el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado «se han atendido en torno a la mitad».
Es aún, por lo tanto, un borrador de ordenación de recursos humanos pero no son esperables muchos cambios.
El plan afecta a 282 médicos y a 123 enfermeras en toda la comunidad y lo hace en dos fases. La primera reorganiza y redistribuye la cobertura asistencial con cambios del personal de zona básica de salud. La segunda, que no necesariamente se cumplirá al completo, extingue puestos, concretamente contempla 203 de médicos y 123 de enfermeras que «irán desapareciendo aprovechando jubilaciones y en función de cómo vayan quedando los cupos, no tendría que llevarse a cabo al completo», destaca el máximo responsable sanitario regional.
La primera fase, que arrancará en enero y debería estar finalizada en otoño de 2013, mueve a 79 médicos y 44 enfermeras. De ellos, unos pocos serán trasladados de centro dentro de las propias ciudades; pero la mayor parte de estos funcionarios pasarán de puntos rurales, que tienen los menores cupos de pacientes, a urbanos que en ocasiones alcanzan hasta dos mil. Serán pues, según este proyecto, 62 los faculativos y 25 las enfermeras que dejarán de ejercer en zonas rurales para hacerlo en centros de salud urbanos. Las provincias que más afectadas se verán por estos cambios, especialmente en cuanto a médicos, son Burgos, León, Salamanca y Valladolid y son Soria, Valladolid Oeste y Zamora las áreas de salud con mayor presión asistencial en el ámbito urbano, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad.
En la actualidad, la media de pacientes por médico en Castilla y León es de 1.530 y, tras la reestructuración, bajará a 1.440 y el rural pasará de 647 a 673, es decir, que los profesionales de los pueblos ‘ganan’ 26 usuarios de Sacyl y los de las ciudades ‘pierden’ 516 de media. En enfermería, estos profesionales pasarán de atender una media de 1.545 tarjetas sanitarias en zonas urbanas a 1.502 y de tener 858 adscritas en los pueblos a 875.
El consejero, Antonio María Sáez Aguado, destaca que, tras la reorganización, Castilla y León mantendrá su mejor ratio respecto a la media nacional. En el caso de los facultativos es de 1.013 en la región frente a los 1.385 en España y, en enfermería, la comparativa es también favorable, de 1.197 frente a 1.577. Destaca Sáez Aguado que incluso con la aplicación completa de la segunda fase que haría desaparecer 203 médicos y 123 enfermeras «la ratio autonómica sería mejor que la nacional». Este personal pasará a su nueva plaza como una atribución temporal de funciones sin generarles derechos de titularidad y, posteriormente, con un concurso de traslados se podrá consolidar como destino tras «aplicar un baremo que habrá que pactar».
Es la segunda reestructuración de Atención Primaria, la primera fue tras las transferencias sanitarias de 2002, y para el Sindicato Médico «vuelve a ser tímida, cobarde y poco eficaz porque va a dejar algunos pueblos, absurdamente, hasta con cuatro médicos lo que no tiene sentido práctico y otras zonas no estarán bien atendidas», explica el responsable de comunicación de la Cesm, Mauro Rodríguez. Y pone ejemplos de la provincia de Valladolid como Mota del Marqués que podría unirse a Tordesillas y Villafrechós pasar a Renedo «pero esto sería tener valentía». También critica esta central que la desaparición de plazas «no solo afectará a jubilaciones sino a interinos y que creará problemas de despalzamiento para los profesionales». Las alegaciones de UGT, CSIF, UScal, Satse o CCOO así como de profesionales y centros suman 210 y apuntan a desequilibrios y problemas de accesibilidad al eliminar algunas demarcaciones.
«La sanidad no siempre puede ser rentable, hay muchos lugares que precisan cobertura asistencial por su difícil acceso aunque el número de pacientes sea escaso y no hay que perder de vista los recortes en transportes públicos que han aislado muchs pueblos», apuntan afectados por la reforma.
Desde la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria, se indica que ,en este diseño del nuevo mapa de Atención Primara, «se ha mezclado una medida necesaria para corregir una de las bolsas de ineficiencia del sistema, y que nosotros veníamos reclamando desde hace tiempo, como es la reestructuración o reordenación, con las de recortes mediante la concentración de servicios y cierre de centros de guardias que está despistando al personal y dejando importantes vacíos».
Diversos afectados reclaman asimismo mayor información por parte de la Aministración sanitaria y participación.

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